Título original: Indigo blue
3º Comanche
Autora: Catherine Anderson
Género: Romántica histórica (Oeste)
Edición: Terciopelo junio 2012
Siendo
la hija de Cazador y Loretta, Indigo nació entre dos mundos.
Pertenece a dos razas, la del hombre blanco y la comanche. Orgullosa
de sus raíces, al haberle sido inculcados el amor y las creencias
hacia ambas, no fue consciente de ser diferente hasta que la realidad
le golpeó de pleno. Era muy joven cuando sufrió en carnes propias
el odio y la repulsa que el color de su piel inspiraba en el hombre
blanco... en algunos hombres blancos.
Pero
tras los sinsabores de su infancia y adolescencia, Indigo se ha
convertido en una joven fuerte y orgullosa que no se amilana ante
nada ni nadie. Cuando tras varios accidentes en una de las minas de
la familia Wolf, Cazador queda gravemente herido, la muchacha se
ofrece a dirigir el trabajo y los hombres. Pero Cazador teme por su
hija. Dada su juventud y su sexo, teme que se convierta en el blanco
de las burlas y ofensas de los hombres que trabajan en éstas, rudos
e irrespetuosos hacia una jovencita mitad comanche.
Pero
sin él al cargo de las minas, sabe que el futuro para la familia
Wolf se vaticina negro. Con Swift y Chase trabajando en los bosques,
no hay ningunas manos capaces de sustituirle y se plantea seriamente
vender... hasta que llega Jake Rand y se ofrece como capataz.
Aunque
nadie lo sabe en realidad, Jake es el hijo del dueño de Ore-Cal, una
empresa que compra minas en apuros. Junto a Jeremy, su hermano menor,
llegan a la terrible conclusión que los accidentes de las minas de
Cazador Wolf no han sido fortuitos, sino que es su propio padre el
causante.
Jake
es el mayor de los hermanos y tras la muerte de su madre, siendo un
niño, los ha protegido en exceso, sobre todo a las mujeres. Se ha
vuelto un hombre huraño, cerrado en sí mismo, centrado en el
trabajo que desempeña en Ore-Cal, que es mayoritariamente de
despacho y, tal vez, un día en casarse con su prometida.
Pero
después de las sospechas de Jeremy decide presentarse ante Cazador
Wolf para pedirle trabajo en las minas. Cree que trabajando dentro de
éstas podrá confirmar o refutar sus sospechas. Pero para ello debe
infiltrarse. En cuanto conoce al comanche un gran respeto nace hacia
él. Haciendo siempre honor a sus creencias y a su visión de la vida
y los hombres, Cazador parece ver más allá de las apariencias y le
confía sus minas a Jake, pese a ser un desconocido. Desde ese día
la vida de Jake Rand tomo un rumbo nuevo e inesperado.
Indigo
siente una inmediata antipatía hacia él, no sólo por tratarse de
un hombre blanco sino porque ocupa el puesto que cree le corresponde
legítimamente a ella, pero como devota hija de Cazador respeta la
decisión de éste y se convierte en la mano derecha de Jake Rand sin
presentar objeciones.
Pese
a la juventud de Indigo, a la que inicialmente confunde con un
muchacho por su vestimenta, Jake se siente atraído por ella desde la
primera vez la ve. La mezcla de la raza blanca y la comanche parece
haber sido esculpida en los rasgos de la joven. La reserva que le
muestra y el orgullo que manifiesta por su sangre comanche la hacen
más misteriosa e inaccesible si cabe. Pero Jake sabe que una
relación entre ellos es imposible, primero por la diferencia de edad
y porque es un hombre comprometido; luego porque pertenecen a mundos
diferentes.
Sin
embargo cuando la reputación de Indigo queda en entredicho, nada, ni
siquiera esos obstáculos resultan tan insalvables y Jake se ofrece a
hacer lo que cualquier hombre de honor haría en su situación:
casarse con ella.
Pese
a contar con la aprobación de Cazador, Jake no se engaña. A la
reticencia de Indigo se suma su propio temor a imponerse a la
muchacha, a asustarla o a herirla. ¿Pero existe un futuro para ellos
cuando los separan sus razas, educaciones y una mentira?
De
las tres novelas que he leído hasta ahora de esta saga, Amor
comanche me ha parecido la que describe con más ahínco las
diferencias interraciales porque su protagonista las ha sufrido en
carnes propias desde que nació.
No
es sólo que Jake sea un hombre blanco e Indigo medio comanche (en
realidad sólo una cuarta parte), puesto que los protagonistas de las
dos anteriores novelas también pertenecían a razas diferentes, sino
que ha nacido y crecido entre las dos. Desde siempre, Cazador le
inculcó las creencias del pueblo comanche. Indigo ha asimilado lo
mejor de cada raza y con los años descubre lo peor. Y así, el odio
que el color de su piel inspira en mucha gente acabó con la
inocencia de Indigo.
Casarse
con Jake da un vuelco a su vida, pues no sólo se convierte en una
mujer casada de la noche a la mañana, sino que la estabilidad que ha
conocido hasta entonces se tambalea. Cuando Jake decida marcharse de
Landing's Wolf sabe que su obligación será ir con él. ¿Y cómo
podrá sobrevivir más allá de las montañas, obligada a vestir con
vestidos, corsés y medias? ¿Cómo podrá sobrevivir si Jake, como
todos los hombres blancos, quiere doblegar su orgullo comanche?
No
tengo nada más que palabras de elogio para esta novela, una historia
que aunque se sustenta en un mundo casi tan violento y hostil como
Luna comanche y Corazón comanche, me ha parecido la más dulce de
las tres.
Ese
trasfondo amargo que acompaña la vida entre el hombre blanco y el
pueblo comanche permanece, pero la historia de Jake e Indigo me ha
emocionado y calado de principio a fin.
Sobre
todo por el modo en que Jake trata a Indigo, cómo va tratando de
ganarse su confianza, de conocer lo que guarda en el corazón,
comprenderla y protegerla. Cómo Indigo va desechando sus prejuicios
hacia la raza blanca y, sobre todo, cómo van enamorándose de su
marido, al que según el pueblo comanche debe honrar y obedecer.
Una
de las razones por las que disfruto tanto leyendo las novelas de
Catherine Anderson es porque al llegar a la última página, siento
que he hecho un viaje a través del alma de sus protagonistas y he
sido testigo de como han ido dejando caer las capas que esconden
quienes son y cómo son en realidad. Como Jake. Como Indigo.
Podría
extenderme mucho más, ahondando en detalles y sensaciones que la
lectura de esta novela ha despertado en mí, pero creo que no debo
hacerlo.
Amor
comanche es una novela que como sus predecesoras nos retratan a
personajes golpeados, heridos por la vida, por el odio y las
injusticias, pero que renacen como sólo pueden lograrlo la dulzura y
valentía de una mujer, la lealtad y fiereza de un hombre.
No
quiero acabar este comentario sin hacer alusión a Lobo, la mascota
de Indigo. Para mí un protagonista más, cuya triste pero hermosa
historia me ha parecido de lo más conmovedor de la novela, por
supuesto junto a la historia de Jake e Indigo. Tengo que remarcar
que, una vez más, la magia y sabiduría ancestral del pueblo
comanche me ha cautivado página a página a través de Cazador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog. ¡Muchas gracias!