Título original: Betrothed
2º Remmington
Autora: Elizabeth Elliott
Género: Romántica histórica (Medieval)
Editorial: Nefer
Año publicación: 2007
Al
contrario que su hermano Kenric, el Barón Guy de Montague es un
hombre más habituado a negociar y discutir que a empuñar una
espada. Sin embargo, no por ello deja de ser un temido y respetado
guerrero. Su nombre es venerado como señor de las tierras y
propiedades de Montague, aunque está lejos de despertar el terror
que el legendario Carnicero de Gales inspira.
Guy es
un hábil comerciante, habituado al regateo e intercambio de
mercancías o propiedades. En él prevalece siempre iniciar una
negociación y una discusión antes que desenvainar su espada, aunque
a veces la tentación de empuñarla le cosquillee en los dedos, tal
como le sucede ante el Barón Laurence de Londsale.
La
fortaleza de Halford -castillo de Londsale- que perteneció a los
Montague tiempo atrás, ocupa su mente. Recuperarla se convierte en
su objetivo.
Con
esa finalidad se desplaza, con tan sólo una pequeña cuadrilla de
hombres como protección, hacia los dominios del inescrupuloso
Londsale. Un espía de Montague, tras los muros de Halford, le
mantiene puntualmente informado de los hechos que allí tienen lugar.
Sin embargo, con lo que no cuenta Guy es con la existencia de una
hermosa dama en el castillo. Apenas sus ojos se posan sobre ella,
brota la necesidad incomprensible de conocerla. Incluso, se forma en
su mente la idea de convertirla en su esposa, pese a sus reiteradas
negativas a la idea del matrimonio.
A su vez, Guy
tiene claras las armas con que piensa negociar la compra del castillo
de Londsale: su idea es marcharse de aquellas tierras como
propietario de éstas y prometido con Claudia Chiavari.
El
que Claudia le confiese sus descubrimientos: todo aquello ha sido
ideado por Londsale y el Obispo con la finalidad de sacar a Guy una
buena cantidad de oro y liberarse de su sobrina, para después
asesinar al joven Barón y culpar a la muchacha, no sirve para
apaciguar la furia hacia ésta. Al contrario, está decidido a no
sucumbir a la tentación que la muchacha representa para él. Tal vez
se conceda la posibilidad de convertirla en su amante, pero nunca en
su esposa y la Baronesa de Montague.
Tras leer El Señor
de la Guerra, el personaje de Guy, el hermano menor de Kenric, se
convierte en un hombre envuelto de misterio. Las noticias que sobre
él llegan a las tierras de Remmington nos insinúan una novela muy
interesante, rodeada de preguntas y dudas.
Las respuestas se
hallan en Encadenados. Si esperáis encontrar un personaje similar al
Kenric no lo encontraréis, ya que Guy es un joven muy diferente, con
un carácter y una vida que distan abismalmente del terror y desdicha
que envolvieron la de Kenric. Pero se trata de una novela muy
romántica, dulce y, como su predecesora, inolvidable.
Uno de los mayores atractivos del
libro reside, nuevamente, en sus protagonistas. Guy es un joven mucho
más sensible y accesible que Kenric. Sus sentimientos están
reflejados en todo momento en la manera que actúa, piensa y siente,
tanto como los de Claudia. La relación entre ambos destila dulzura y
sensualidad desde la primera la última palabra. Si bien Kenric se
nos mostró como un hombre hosco, duro y huraño, Guy es prudente,
reflexivo, audaz y carismático. La disparidad entre ambos garantiza
escenas intensas e interesantes entre los hermanos.
Uno
de los rasgos que prevalecen en esta novela es la ambientación en
que se sustenta. Es fácil sentirse transportado al castillo de
Montague, sentir el frío de las mazmorras o el calor del fuego entre
los muros de piedra... Y sobre todo, es fácil sentirse abstraído en
la dulzura y sensibilidad que destila la historia de amor de Guy y
Claudia.
A medida que se avanza en
la lectura y la relación entre los protagonistas parece afianzarse,
surgen nuevos enemigos, nuevos secretos y misterios a resolver.
Si
en El Señor de la Guerra encontramos a un protagonista hosco y
huraño que era torpe y autoritario a la hora de mostrar su amor a
Tess, en Encadenados descubrimos en Guy a un hombre sensible, franco
y osado en sus demostraciones, pero no por ello menos desconfiado o
receloso. El Barón de Montague y Claudia Chiavari son una pareja muy
diferente, pero a su modo, expresan sus sentimientos cautivándonos
en una nueva y maravillosa novela de Elizabeth Elliott.
Si os
gustó El Señor de la Guerra en Encadenados encontraréis una novela
tan intensa y cautivante como la anterior. Un libro imprescindible
para los lectores enamorados de la épica de la novela medieval.
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