Título original: Lover Enshrined
6º Hermandad de la daga negra
Autora: J.R. Ward
Género: Romántica paranormal
Editorial: Manderley/Punto de Lectura 2010
Una de las características que sin
duda me atrapan de La Hermandad de la daga negra es la capacidad que
tiene J.R. Ward para desarrollar a sus protagonistas, desvelando
nuevas facetas de su personalidad o una madurez que sólo llega con
el tiempo; además de cómo el complejo y oscuro mundo vampiro
alcanza dimensiones insospechadas con cada nuevo libro.
Amante consagrado es una muestra
perfecta de ello. Es una novela, trepidante, oscura y enigmática que
mantiene el nivel de sus predecesoras de un modo, en mi opinión,
inconcebible.
Pero en todo caso sí que hay un
aspecto que inicialmente me decepcionó un poco, pero que al llegar a
la última página, dejó de carecer de importancia para mí. Me
refiero al hecho de que la historia de Phury y Cormia no es la trama
principal alrededor de la que gira Amante consagrado, sino que, al
contrario, ésta es una subtrama más dentro de todas las que
confluyen en esta novela.
Desde Amante oscuro, Phury se nos ha
mostrado como un guerrero y un vampiro de honor, leal, sacrificado y
protector como ningún otro. Concretamente en Amante despierto, la
novela de Zsadist y Bella, descubrimos las peculiaridades, las luces
y sombras en la relación entre Zsadist y Phury, ya que se nos
desveló el por qué de esa incomprensible actitud entre ambos. Sin
embargo, en Amante consagrado conocemos una nueva faceta, el punto de
vista de Phury, algo que hasta ahora no habíamos podido atisbar.
Sólo conocíamos el dolor de Zsadist, no el de Phury, o al menos no
en profundidad, puesto que aún quedaban piezas por desvelar.
En anteriores libros conocimos su
capacidad de sacrificio por Zsadist, Vishous y la Hermandad en
general, pero ahora, en esta novela, ha llegado la hora en que debe
enfrentar las consecuencias de sus sacrificios. Ocupando el lugar de
Vishous, ha pasado a convertirse en El Primale, el guerrero destinado
a engendrar a los futuros miembros de la Hermandad. Debe consumar el
emparejamiento con Cormia como la primera de las Elegidas y más
tarde con las demás Elegidas. Sin embargo, transcurridos cinco
meses, la consumación sigue sin producirse.
Por el contrario, Phury va hundiéndose
cada vez más en su adicción hasta tal punto que él que el llama
“el hechicero”, una voz en su cabeza, se convierte en su
conciencia, burlándose y menospreciándole cada vez, según va
cayendo más y más en su vicio. A la vez que somos testigos de su
adicción y su caída, vemos que el secuestro de Zsadist como recién
nacido, afectó y aún afecta a Phury de un modo desgarrador. En
anteriores libros conocimos cómo eso afectó a Zsadist, pero las
implicaciones para Phury no. Es en este libro cuando vemos qué
supuso la falta de su hermano para él porque, si bien Zsadist nunca
tuvo conciencia de que tenía un hermano que lo necesitaba y buscaba,
para su gemelo fue diferente, ya que era consciente de ello y,
completamente solo, tuvo además que sufrir la muerte de sus padres.
Conocemos otro de los secretos de
Phury, el por qué de su celibato.
Simultáneamente el embarazo de Bella
sigue avanzando y el peligro haciéndose más patente para la vida de
la futura mahmen. Esto afecta tanto a Zsadist como a Phury que aún
sigue sintiendo algo por ella.
Su relación con Cormia sigue en punto
muerto y la joven se siente desolada, ya que si bien inicialmente
para ella era una obligación estar con Phury, poco a poco se percata
que ya no es así y que por el contrario lo desea.
Su estancia fuera de el Santuario, en
el Otro mundo, le muestra una realidad sorprendente: ruido, luces,
colores, vida… y la conciencia de ser un ser único e irrepetible,
lejos de la educación y enseñanzas recibidas de manos de la Virgen
Escribana y la Directrix.
Esta parte es muy bonita, porque con
una fascinación infantil, somos testigos de cómo Cormia descubre
esa nueva realidad, enamorándose de ella a la vez que del Primale.
Pero Phury debe superar muchos
obstáculos antes de comprender sus sentimientos hacia la dulce y
silenciosa Cormia: su adicción, su sentimientos por Bella, su
sentimientos de culpabilidad, la incertidumbre….y su arraigado
honor.
Pese a que inicialmente me decepcionó
un poco el que la relación entre Phury y Cormia quedara tan
supeditada al resto de subtramas, sin destacar sobre el resto, poco a
poco la infinidad de descubrimientos, nuevos y antiguos personajes
que aparecen y la nueva y sorprendente realidad de La Hermandad me
cautivaron.
Además, poco a poco, la relación
entre Phury y Cormia cobra mayor protagonismo, si bien es cierto que
es hacia el final.
No obstante, conocemos mucho más de
Phury, algo que, en mi opinión, era importantísimo y necesario.
Si tuviese que describir a Phury, sin
duda, escogería las palabras honorable y caballero, porque lo es,
nunca deja de serlo, hasta tal punto que está dispuesto a
sacrificarse una vez más para que Cormia escoja libremente, aun si
eso implica perder a la única que ha logrado eclipsar a Bella en su
corazón.
Eso, junto a lo que implica ser El
Primale son los principales escollos a salvar para la pareja, sin
olvidar la adicción de éste.
Al margen la historia de amor, me ha
sorprendido profundamente el nuevo camino que toma la lucha entre
Omega y La Virgen Escribana, cómo los bandos de restrictores y La
Hermandad quedan divididos, sin olvidar nunca el papel de la
sociedad glymera que puede ser determinante. Se producen revelaciones
insospechadas, regresos, muertes… y por encima de todo, destacaría
un personaje: John Matthew que, en mi opinión, se perfila como un
guerrero determinante en muchas de las subtramas de Amante
consagrado, actuando como nexo. Quinn y Blay también adquieren mayor
protagonismo, de un modo sorprendente que, al menos a mí, me ha
dejado con muchas dudas.
Bueno y no podemos olvidar al
Reverendo, ya que en esta novela se perfila parte de su secreto y de
su naturaleza sympath, así como de Xhex.
Creo que el punto más débil de esta
novela es la relación entre Cormia y Phury, pese a que hay escenas
muy bonitas, porque comparándola con las anteriores, tiene menos
peso en el conjunto del libro. No obstante, a pesar de ello me ha
emocionado y enganchado como las de los anteriores
guerreros-vampiros.
Yo destacaría por encima de todo que
Amante consagrado desvela hechos muy importantes, como nuevas aristas
en la relación entre Phury y Zsadist. No todo quedó dicho como
pareciera, sino que aún quedaba más… y esa parte a mí me he
encantado.
En definitiva Amante consagrado es una
novela apasionante, oscura, impredecible… y un “capítulo” más
dentro de la intrincada y adictiva saga de La Hermandad de la daga
negra.
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