Título original: Acheron
21º Cazadores Oscuros
Autora: Sherrilyn Kenyon
Género: Romántica paranormal
Editorial: Plaza & Janés/Debolsillo
Año primera publicación: 2010
“Se llamará Aquerón, por el río de
los lamentos. Al igual que el río del inframundo, su viaje será
largo, oscuro y estará lleno de pruebas. Será capaz de dar y quitar
vida. Caminará a su largo de su vida solo y abandonado -siempre
buscando bondad, siempre encontrando crueldad.”
Bueno…
pues más o menos éstas son las palabras de la profecía que es
pronunciada tras el nacimiento de Aquerón entre los humanos. No
pueden ser más acertadas puesto que primero como mortal, luego como
dios, la vida de Aquerón está plagada de sufrimiento y soledad, tal
como se relata en la primera parte de la novela.
Aunque
indudablemente esta primera mitad, en la que se relata la vida de
Aquerón desde su nacimiento hasta que se convierte en el líder de
los Cazadores Oscuros, está plagada de escenas que describen hasta
que punto fue humillado, degradado y maltratado, hasta un punto
realmente inhumano, también muestran un esbozo de la enorme bondad
de que es capaz y del hombre (o Dios) en que se convertirá.
En
mi opinión, y esto es lo que más me ha impactado, la vida como
humano de Aquerón tiene reminiscencias de la muerte y resurrección
de Jesucristo. Vale, ahora pensaréis que deliro o he estado
escuchando "una experiencia religiosa" de E. Iglesias, pero
no. Mientras leía y veía como se describen diferentes episodios de
la vida de Aquerón, no he podido dejar de pensar que Sherrilyn
Kenyon ha hecho una versión oscura, que entremezcla mitología y
elementos paranormales, en el personaje de Aquerón.
¿Por qué?
Porque hablamos de destrucción y no de creación, porque hablamos de
odio y muerte en lugar amor y vida, pero todo me recuerda mucho esa
esencia de un Mesías que llegará a la tierra ....
Incluso
cuando Apollymi abre su propio vientre para dar vida a su hijo, en un
intento por salvar su vida; incluso cuando Aquerón sólo da bondad
pese a sólo recibe golpes y humillaciones, castigos físicos y
mentales, e incluso, cuando, y sin entrar en detalles que desvelen
demasiado del libro, hay una escena en que Apollymi coge en sus
brazos a su hijo muerto, sacándolo del mar, me recordó muchísimo
la representación de La Piedad. Es la imagen que se me grabó en la
mente.
Por todo esto, y pese a mostrar que el dolor y
sufrimiento que padece Aquerón, esta primera parte me ha mantenido
en vilo. Kenyon lo relata y establece unos paralelismos que, en mi
opinión, son sencillamente brillantes.
Con sinceridad no me
imaginaba así la novela, aunque tampoco tenía ninguna idea
preconcebida. No sabía qué esperar después que las novelas
anteriores de los cazadores oscuros me decepcionaran un poco (o
bastante), pero en Aquerón me he llevado una gran sorpresa y me ha
parecido una novela muy intensa, para bien y para mal.
Sí,
es una novela cruda, cruel que narra el sufrimiento inhumano que
padece Aquerón desde que nace como humano hasta que muere, incluso
después de volver a la vida, pero la historia me ha mantenido en
vilo y me ha calado muy hondo.
Siendo un Dios, hijo de dos
Dioses poderosos, Aquerón es maldecido antes de nacer y ni aún
cuando su madre se lo extrae del vientre para colocarlo en el vientre
de una Reina (para que éste tenga una vida acomodado) tiene una vida
fácil. Esas palabras no existen en su diccionario.
Nunca he
leído una novela que describa un sufrimiento y una degradación tan
crueles sufridas por un personaje, pero esto, lejos de hacer que no
me gustara la novela, me ha impulsado a leer más para descubrir más
de Aquerón y hacer que me atraiga mucho más. Necesitaba saber cómo
renacería el espíritu destrozado de Aquerón.
Tras volver a
la vida, Aquerón se convierte en el líder de los Cazadores Oscuros
y ahí comienza la historia tal como ha sido en los libros anteriores
de la saga. Pero Aquerón no es como el resto de Cazadores Oscuros,
no se trata ya de que pueda encontrar a una mujer que posibilite que
recupere su alma, sino de si existirá una mujer que le haga creer en
el amor y sobre todo que le haga sentir que puede amar y ser amado,
con todo lo que conlleva.
En muchas novelas nos hemos
encontrado con protagonistas, diría que más frecuentemente
femeninas, que deben superar una infancia o un pasado traumáticos
que los han hecho vivir en soledad, temerosos de confiar y evitando
enamorarse. Pues bien, ahora tenemos un protagonista masculino
realmente atormentado y traumatizado: Acheron.
Y realmente no es
que Aquerón haya evitado o luchado contra el amor, sino que cada vez
que alguien le ha importado sus sentimientos se la sido escupidos a
la cara, pisoteados y él humillado, maltratado o incluso llevarle a
la muerte.
Con este pasado es más que lógico que no crea en el
amor. Pero entonces aparece Tory y comienza en sí la historia de
amor. ¿Será o no posible?
Comparándola con la primera
parte, es algo menos extensa y creo es más parecida al estilo
demostrado por Kenyon en novelas anteriores. A mi me ha sabido a
poco…
Tory Kafieri aparece por primera y creo que única vez en El Cazador de sueños. Junto a una expedición que trata de demostrar la
ubicación donde un día creen se encontraba La Atlándida.
Tory
está realmente obsesionada con el tema, algo que el afán por
limpiar el nombre y la reputación de su padre no hace sino
incrementar. Cuando dispone de pruebas e indicios que le llevan a las
puertas de demostrar al mundo la verdad, aparece un joven que pese a
su indumentaria gótica y aura misteriosa le resulta atractivo hasta
que abre la boca y la ridiculiza y deja en evidencia ante toda una
convención.
Evidentemente es Aquerón, quien se siente
impresionado por los descubrimientos de Tory, pero sabe que no puede
permitir que la verdad vea la luz porque esa verdad puede conducir a
la destrucción del mundo.
Repito que me ha sabido a poco. La
historia de amor que nace entre Tory y Aquerón me ha parecido muy
bonita. Tory tiene una personalidad muy extrovertida, es muy
inteligente pero a la vez un poco torpona, lo que da pie a escenas
muy divertidas y también emotivas. Y Aquerón se esconde detrás de
esa imagen inaccesible y misteriosa que hemos ido conociendo de un
modo que hace dificilísimo llegar a él. Ahora sabemos las razones
de ese hermetismo, pero como Tory llega a él es muy bonito.
Desde
el principio de esta saga, creo que como a todas, Aquerón me ha
gustado mucho. De hecho creo está más que justificado que se
considere el auténtico protagonista de la saga, pese a que a veces
sus apariciones han sido muy breves.
Y sí su libro me ha
sorprendido por la crudeza de muchas escenas, por la crueldad vivida
y la que aún le queda, pero hay historias muy bonitas escondidas
detrás de grandes tragedias y sufrimientos. Creo que ésta es una de
esas novelas.
Como digo no me ha decepcionado para nada porque
leer cómo se enamoran y como enfrentan las consecuencias de ese amor
me parece que vale la pena.
Podría escribir mucho más sobre
Aquerón pero creo que es mejor leerlo por una misma. En mi opinión
nos deja entrever más facetas ocultas hasta ahora o semiocultas,
pero en realidad creo que sí hemos visto esbozos: su compasión, su
bondad, su cariño por los niños, su sentimiento de desarraigo y
soledad, su capacidad de sacrificio, su creencia de que nadie puede
amarle y no merece el amor… Pero poco a poco todo esto va cayendo.
No digo cómo, eso merece leerse.
En fin que Aquerón me ha
parecido una novela intensa, cruda, dolorosa pero a la vez repleta de
amor y amistad, en la que muchas de las piezas ocupan su lugar y
descubrimos secretos largamente escondidos, aparecen y reaparecen
personajes, con algunas sorpresa descomunal (al menos para mí).
La
primera parte la describiría sencillamente como la historia de
Aquerón; la segunda parte describe cómo el solitario e inaccesible
Aquerón reescribe un destino que estaba maldito.
En mi opinión
es una novela inolvidable, de las que dejan huella para bien o para
mal.
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