Título original: How to marry a Marquis
2º Agentes de la Corona
Autora: Julia Quinn
Género: Romántica histórica
Editorial: Titania
Año publicación: 2009
Desde
la muerte de sus padres, cinco años atrás, Elizabeth se ha
convertido en la cabeza de familia de los Hotchkiss. Criar a sus
hermanos menores no es fácil para una joven de apenas veintitres
años con pocas perspectivas de futuro y sin ayuda de ningún tipo.
Trabaja como dama de compañía de la excéntrica anciana Lady
Danbury, pero su salario apenas es suficiente para alimentar a sus
hermanos, con lo que las posibilidades de que el pequeño Lucas, su
hermano, que heredará el título de baronet, vaya a estudiar a Eton,
como es tradición entre los hombres Hotchkiss, son cada día
menores. Ante tal perspectiva, Elizabeth sabe que la única solución
pasa por casarse con un marido rico, pero ¿cómo una joven sin
fortuna, título ni influencias puede atrapar a un buen partido?
Así,
cuando un día tropieza en la biblioteca de Lady Danbury con un
ejemplar de Cómo casarse con un marqués, no puede evitar echar un
vistazo al libro. Pese a encontrarse ante un manual que -a ojos de
Elizabeth- no dice nada más que sandeces, le resulta imposible no
caer en la tentación de leer los consejos del libro. Y para poner
en práctica tales consejos, escoge a James Siddons, el nuevo
administrador de la finca de Lady Danbury.
James
Sidwell, el marqués de Riverdale, es el sobrino de Lady Danbury. Más
allá de formar parte de la aristocracia inglesa, James ha trabajado
durante años para el ministerio de Guerra de Gran Bretaña.
Lamentablemente, su última falsa identidad fue descubierta y desde
entonces se ha visto obligado a alejarse del campo de batalla. De
modo que cuando su tía le pide ayuda para descubrir quién está
extorsionándola, no duda en hacerse pasar por James Siddons, el
nuevo administrador de la propiedad e investigar así quién es la
persona que está chantajeando a su tía Agatha.
De
entrada, sus sospechas recaen sobre Elizabeth Hotchkiss, la torpe
dama de compañía de su tía, pero rápidamente se percata de su
error. La muchacha es, sencillamente, algo descuidada, tiene
propensión a tropezar con cualquier cosa y sus cambios de
personalidad y humor pueden ser un tanto bruscos e inexplicables pero
son parte de su dulce encanto.
Lo
que no sabe James es que Elizabeth está practicando con él los
consejos para cazar a un marqués -sin saber que está realmente ante
uno, de ahí la volatibilidad de sus emociones.
Cuando
James lo descubre se ofrece como voluntario para que Elizabeth
aplique los conocimientos adquiridos. Pero lo que empieza como un
juego, acaba desembocando en una pasión desconocida para ambos que
hace peligrar el secreto de James y los planes de futuro de
Elizabeth.
Con
Cómo casarse con un marqués continúa la saga de Agentes de la
Corona que dio comienzo como Cómo atrapar a una heredera. En esta
oportunidad el protagonista de esta disparatada y amena novela es
James Sidwell, el marqués de Riverdale, compañero y amigo de Blake
Ravenscroft que, junto a Caroline, protagonizó la anterior novela.
A
grandes rasgos diría que Cómo casarse con un marqués es una novela
sencilla y muy amena de principio a fin. Como es ya habitual
encontrar en las novelas de Julia Quinn, el sentido del humor está
muy presente, hasta el punto que en ocasiones las escenas y
situaciones que se describen son tan hilarantes que no puedes evitar
reír.
Esta
saga fue escrita antes de los hermanos Bridgerton, algo que se
aprecia, pues desde mi punto de vista es más sencilla y menos
profunda en sus tramas. Sin embargo, también pueden apreciarse
algunos de los rasgos más distintivos que sólo la pluma de Julia
Quinn logra transmitir y reflejar y que, el paso de los años, ha
pulido y mejorado.
La
historia de amor de Elizabeth Hotckiss, dama de compañía de Lady
Agatha Danbury, y el administrador de fincas -en realidad un
codiciado marqués- James Siddons, posiblemente no es una de las
mejores que ha escrito esta escritora pero es muy agradable de leer,
ágil y muy entretenida. Entreteje la dulzura y torpeza tan propia de
la protagonista femenina, así como de sus hermanos, con la gallardía
y carácter aventurero de James Sidwell. La de ellos es una historia
de amor donde imperan los secretos y los malos entendidos, pero
malos entendidos que da pie a situaciones, en ocasiones, hilarantes.
Ambos
saben que necesitan casarse con alguien de buena posición y de
alcurnia. Elizabeth necesita un marido cuanto más rico mejor; James
debe casarse con una mujer digna de convertirse en su marquesa. Sin
embargo, uno y otro, se enamoran de alguien que, a primera vista, no
es la pareja perfecta: Elizabeth es una joven dama de compañía,
sospechosa de estar chantajeando a su tía Agatha; bajo esa fachada
elegante y atractivo, James no es más que un administrador. Y si
bien Elizabeth podría ser feliz junto a él, el futuro de sus
hermanos depende de ella y, ¿qué futuro les aguarda si se casa con
alguien tan humilde?
La
novela está salpicada de duelos verbales, tiras y aflojas que hacen
de ésta una lectura ágil.
El
personaje de Lady Danbury goza de gran importancia y protagonismo en
la novela, ya que es gracias a ella que Elizabeth y James se conocen
y bajo su techo nace esta atípica y alocada historia de amor. La
excentricidad de la anciana da lugar a escenas divertidas, que nunca
vienen mal en una novela romántica, y que, a mí particularmente, me
han hecho pasar muy buen rato.
Como
secundarios cabe destacar a los hermanos Hotchkiss, el pequeño
Lucas, Susan y Jane que ofrecen el contrapunto perfecto,
protagonizando infinidad de situaciones trascendentes.
La
novela es muy sencilla, no hay grandes misterios ni secretos, los
engaños y malos entendidos pueden detectarse sin problemas pero, en
su simpleza y tono humorístico, la novela me parece amena y muy
entretenida.
No
la considero la novela más notable de Julia Quinn, pero sí una
agradable lectura para una tarde de invierno que, si eres lectora de
esta escritora, probablemente te dejará con una sonrisa en los
labios por su extrema sencillez.
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