Título original: How to propose to a Prince
3º Hermanas Royle
Autora: Kathryn Caskie
Género: Romántica histórica
Editorial: Titania
Año publicación: 2010
Cuando
Elizabeth Royle sueña que va a casarse con un príncipe, nada puede
alejarla de lo que siente como una auténtica premonición: ni lo que
diga la gente, ni las risas de su hermana Mary frente a tan
descabellada idea. Cuando por fin conoce al hombre con quien quiere
pasar el resto de su vida, sabe que se cumplirán todas sus
ilusiones. Pero la cruda realidad desmoronará sus fantasías: su
amado va a desposarse... y nada menos que con una princesa. Lo que
sería un obstáculo para cualquier mujer se convierte en un tentador
desafío para Elizabeth: conquistará a su futuro marido bajo
cualquier circunstancia. Y elige acercarse a él de un modo
arriesgado y excitante: acepta el puesto de dama de compañía de su
prometida. Aunque la pequeña de las Royle no se imagina aún las
sorpresas que le esperan: para comenzar, el noble de quien se ha
enamorado guarda un secreto que puede cambiar su vida.
UNA
JOVEN DISPUESTA A TODO...
Elizabeth, la única soltera de las
hermanas Royle, siente que sus más profundas ilusiones se harán
realidad cuando se encuentra cara a cara con el hombre con el que
soñó. Su emoción no puede ser mayor: él parece arrancado
directamente de los más ocultos deseos de su mente. Aunque su
matrimonio está muy cercano en su profusa imaginación, la realidad
se impone en cuestión de segundos: los rumores de que ese apuesto
joven está prometido con la princesa de Gales, la bella Charlotte,
son ciertos. A pesar del golpe, Elizabeth -que es toda una Royle- no
se rendirá fácilmente; hará uso de todas sus armas para conquistar
a su amado.
… PARA ALCANZAR EL SUEÑO DE SU
VIDA.
Alguien quiere eliminar al príncipe Leopold, por lo que
debe esperar en la seguridad de su hotel en Londres, en lugar de
exponerse al enemigo y perder la oportunidad de cortejar a la
princesa de Gales. Su primo Sumner está dispuesto a cumplir con la
delicada misión que le ha sido encomendada: apoyar, proteger y
defender a su pariente, aceptando incluso que muchos lo confundan con
él. Este frecuente error favorece su plan, desviando la atención de
los asesinos; sin embargo, aún no se imagina que una cuestión de
tan poca importancia como ser tomado por
otro hombre pueda
cambiar su vida, en más de un sentido.
Con Cómo
conquistar a un príncipe Kathryn Caskie pone punto final a la
divertida trilogía de las hermanas Royle. La mayor incógnita de
estas novelas -además de si las trillizas lograrán casarse antes de
que termine la temporada- es sin duda si son o no las hijas secretas
del príncipe de Gales. ¿Se descubrirá por fin la respuesta a esta
pregunta?
Por supuesto no os lo voy a desvelar pero sí trataré
de exponer mi opinión sobre la esperada historia de Elizabeth
Royle.
Sin lugar a dudas, en mi caso, era la tercera trilliza,
Elizabeth, la que más intriga despertaba. El porqué es sencillo.
Ese don que tiene para ver el futuro a través de sus sueños creó
unas expectativas en mí sobre su historia. Pues tras presagiar las
bodas de sus dos hermanas ¿llegaría el día en que soñaría con su
futuro marido? Sin embargo su sueño es un tanto confuso... en
realidad siempre lo son y, en ocasiones, no se cumplen al pie de la
letra.
En primer lugar debo decir que, en líneas generales,
en mi opinión esta novela sigue el esquema de las dos anteriores.
Como sus predecesores me ha parecido una historia sencilla, divertida
y aunque no me ha mantenido en suspenso sí me ha hecho pasar un rato
entretenido. No es una novela muy larga. Eso, junto a la agilidad de
los diálogos hace que se lea muy rápido. Sin embargo, también debo
decir que de las tres es la que menos me ha gustado. Puede que sea
porque, como digo, es de la que más esperaba.
Cuando comencé
a leer esta trilogía, sinceramente, lo hice por curiosidad. No
esperaba unas novelas intensas, profundas ni de ésas que despiertan
grandes emociones. Pero en su sencillez me parecieron lecturas
agradables y sin complicaciones. Libro tras libro se ha repetido lo
mismo. También en Cómo conquistar a un príncipe, si bien no es mi
preferida de las tres.
El punto de partida me pareció muy
atractivo. Elizabeth sueña con su futuro marido que es nada y nada
menos que uno de esos príncipes de nombres rimbombantes, Leopold de
Sajonia-Coburgo-Saalfield que, por desgracia para Lizzy, se rumorea
está comprometido con la princesa Charlotte (la que podría ser su
hermanastra si se comprueba que realmente es hija de príncipe de
Gales). No obstante, enseguida descubrimos que en realidad el hombre
que atrae a Lizzy es Sumner, Lord Whitevale, primo del príncipe de
Sajonia, militar y también guardaespaldas del susodicho príncipe.
Después de que el príncipe recibiera varias amenazas de muerte,
a causa del gran parecido físico que los une, Sumner decide hacerse
pasar por él para protegerlo. Y claro... así nace el malentendido
entre Sumner y Lizzy. Pero el príncipe que Lizzy conoce no es en
realidad el verdadero y Sumner no puedo confesar la verdad.
La
historia es entretenida, pero ha habido algunos momentos en que las
situaciones que se desencadenaban no me resultaban divertidas ni
excesivamente interesantes. Más bien tenía la sensación de que, en
ocasiones, los personajes de Charlotte y Leopold, más que hacer más
compleja la novela interponiéndose entre Lizzy y Sumner, le quitaban
fluidez y naturalidad a la historia. Por un lado es comprensible que
estos personajes actúen un poco como escollo a salvar, a pesar de
que no son los antagonistas ni enemigos de la pareja protagonista,
pero por otro lado, al ser parte de la charada que se
representa para salvaguardar la vida de Leopold y el compromiso entre
la pareja de príncipes, creo separan demasiado a Lizzy y Sumner y
les roban protagonismo.
En cuanto a la pareja protagonista en sí,
la de ellos me parece una historia bonita que da lugar a una trama
sencilla, romántica y muy agradable de leer. Me ha llamado
especialmente la atención el protagonista masculino, Sumner, pues se
aleja un poco del estereotipo de protagonista mujeriego e
irresponsable de anteriores libros. Al contrario, Sumner es un hombre
muy responsable y con gran sentido del honor, un hombre que antepone
su deber como soldado y guardaespaldas a sus sentimientos.
Y,
como no, como secundarios persiste el mismo plantel de novelas
anteriores: las otras dos trillizas con sus respectivos maridos, el
club de viejos calaveras que actúan como celestinos un tanto
peculiares y que propicia situaciones un tanto disparatadas.
Con
todo Cómo conquistar a un príncipe me ha parecido una novela
sencilla, sin demasiadas pretensiones que, sin ser la que más me ha
gustado de la trilogía, me ha sorprendido, sobre todo por el
personaje de Sumner. Como digo me ha gustado que se alejara del
estereotipo de noble despreocupado, aficionado al juego, las mujeres
y el alcohol. Es ese carácter serio y sacrificado lo que han hecho
que una historia que no cumplía con mis expectativas acabara
entreteniéndome y me dejara un buen sabor de boca.
En cuanto
al gran interrogante de esta trilogía, por supuesto no voy explicar
nada.
En definitiva, creo que Cómo conquistar a un príncipe es
una novela que sigue la línea de las dos anteriores, con una trama
sencilla, donde imperan los diálogos, los malos entendidos y el
sentido del humor, lejos de historias desgarradoras o con gran carga
emocional pero con una trama romántica y bonita.
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