Título original: Kiss of the night
5º Cazadores Oscuros
Autora: Sherrilyn Kenyon
Género: Romántica paranormal
Editorial: Plaza & Janés/Cisne/Debolsillo
Año publicación: 2007
Wulf Tryggavson a diferencia del resto
de cazadores oscuros no murió, sino que su alma le fue arrebatada
por Morginne con la que mantuvo una breve aventura. Ésta, en
complicidad con su amante, el Dios nórdico Loki, intercambiaron su
alma por la de Wulf. Así que éste se convirtió en uno más de los
cazadores oscuros al servicio de Artemisa sin que, como el resto,
entregara su alma la diosa a cambio de volver a la vida.
Pero el vikingo posee un maldición
añadida. Nadie, excepto el resto de cazadores oscuros, y sus propios
descendientes lo recuerdan. Cualquier persona que se cruza en su
camino olvida su rostro e incluso el haberlo visto sólo cinco
minutos después de que eso suceda.
Por tanto, sabe que sólo le queda
proteger a su familia, la única que guardará un recuerdo de él.
Pero esto le ha convertido en un ser posesivo con Cris, descendiente
de su hermano Erik. Protege al joven de un modo obsesivo y exagerado
hasta un punto que roza el ridículo y los coloca en situaciones
desternillantes para el lector.
Pero tras más de mil años como
cazador oscuro, y condenado al olvido, sucede lo impensable. Descubre
que existe alguien que es capaz de recordarlo: una mujer a la que,
una noche, rescata de unos daimons.
Algo extraño le sucede esa noche,
primero por los sentimientos que la desconocida despierta en él, y
segundo porque para su sorpresa, días después, al reencontrarse con
ésta le llama Wulf. ¿Cómo es posible que lo recuerde?
Cassandra Peters es una apolita. En
realidad es medio humana media apolita. Su padre es humano pero su
madre fue apolita. Como todos los descendientes de Apollo está
condenada a morir dolorosa y cruelmente el día de su veintisiete
cumpleaños.
Ni siquiera el ser medio humana es
suficiente para apartarla de tan funesto destino. Además de su
genética, una leyenda pesa sobre Cassandra. Es la última
superviviente de la línea directa de descendientes de Apollo, de
modo que según la leyenda, si ella muere la maldición que pesa
sobre los apolitas desaparecerá. Pero, sin que casi nadie lo sepa,
también sucederá otra cosa: el sol se destruirá, lo que supondría
el fin del mundo.
Es algo que pocos saben, entre ellos
el mismo Aqueron. Pero, ¿existe algún modo de evitarlo?
La opción de convertirse en daimon no
figura entre sus alternativas. A veces la idea se instaura en su
mente, pero ¿cómo podría matar a seres humanos para alimentarse de
su alma?
De cualquier modo, Aqueron ocupado en
proteger la ciudad de Nueva Orleans durante la fiesta de Mardi Grass
de los planes de Desiderius, encarga a Wulf que proteja a Cassandra.
El cazador nórdico no está precisamente contento con la labor. Por
un lado, aunque ésta le atrae hasta el punto de plantearse una
relación con ella, está cansado de las aventuras de una noche con
mujeres que apenas les da la espalda, han olvidado lo compartido
entre ambos. Por otro lado, cualquier vínculo entre un cazador
oscuro y una apolita es sencillamente antinatural. Los cazadores
oscuros matan a los apolitas, y para estos los cazadores oscuros son
poco menos que monstruos y el material de leyendas y cuentos de miedo
para asustar a los niños.
Pero pese a ello, algo sensual e
intenso surge entre Cassandra y Wulf.
Cuando éste se percata de que un
vínculo imperecedero se ha creado entre la pareja, no ceja en su
empeño de dar con la manera de evitar la muerte de la joven. Pero,
¿es o no eso posible?
En El Beso de la noche, la serie de
los Cazadores oscuros da un vuelco repentino. Por una lado Kenyon nos
ofrece una pareja protagonista diferente: un cazador oscuro que no
entregó su alma voluntariamente y una apolita. ¡Sorprendente!
Por otro lado la concepción que hasta
ahora teníamos de los apolitas e incluso de los propios daimons
cambia drásticamente. Descubrimos varias clases de daimons y una
naturaleza diferente de los apolitas hasta el punto en que se nos
plantea abiertamente que todo no es blanco o negro, sino que hay
múltiples tonalidades de gris.
Porque, ¿qué harías si supieses que
al alcanzar los veintisiete años estás condenado a morir? ¿No te
plantearías cualquier opción que lo impida, aun si ello conlleva
matar a alguien?
Bien, esta es la disyuntiva en que
Kenyon nos coloca, bueno a Cassandra, pero nosotros como fieles
lectores, la hacemos propia.
Wulf fue un guerrero nórdico y mucho
de su bagaje bárbaro se manifiesta en determinadas actitudes
mostradas a lo largo del libro. No obstante, al contrario de lo que
pudiera esperarse, es un hombre atento y considerado, un protector;
es un hombre que debe estudiar su propia escala de valores morales
cuando descubre que se ha enamorado de una apolita, a solo unos meses
de su muerte, y que la única forma de evitarlo, si los caprichosos
dioses no lo impiden, es que se convierte en una de sus enemigos: un
daimon.
Cassandra es una mujer que siempre ha
evitado establecer vínculos duraderos con nadie. ¿Para qué hacerlo
si no vivirá para disfrutarlos ? ¿Para qué hacer sufrir a nadie
que sea tan insensato como para enamorarse de ella?
También es casualidad que cuando al
fin se enamora sea a solo unos meses de cumplir los veintisiete y
para colmo de un cazador oscuro, y para más colmo aún de uno tan
arrogante y rudo como Wulf… aunque su simple presencia haga temblar
sus piernas.
Y mientras Wulf y Cassandra tratan de
salvar la vida de ésta, las leyendas y profecías lanzadas por los
mismos dioses marcan sus vidas y destinos, sin que, como siempre,
podamos intuir el resultado.
En El Beso de la noche se inicia
paralelamente a la trama de El abrazo de la noche. Mientras Talon,
Aqueron y compañía luchan contra Desiderius en Nueva Orleans, Wulf
se encuentra en el deber de proteger a una apolita.
Pero, tras un lapso de tiempo, la
novela continua después de El abrazo de la noche y Bailando con el
diablo.
Aparece un nuevo plantel de personajes
secundarios de lo más interesante: Cris, descendiente y escudero de
Wulf, Katra, la guardaespaldas de Cassandra, Urian, un daimon que
nos robará el corazón a todas, y sin olvidar a Talon, Kyrian,
Julian, Zarek y al mismísimo Aqueron.
La historia de amor entre Wulf y
Cassandra me ha parecido muy emotiva. Tiene unas pinceladas de
dulzura que os harán suspira. El funesto destino que pesa sobre ella
es tan cruel que creo que imposible que la novela cause indiferencia.
Además de que Sherrilyn Kenyon aquí
da otro giro de tuerca con muchas subtramas y personajes lanzando
nuevos interrogantes y desvelando situaciones y cuestiones muy pero
que muy interesantes que mejor descubráis por vosotras mismas.
Con todo esto y con el impactante y
sorprendente desenlace que se augura…. aún ¿os lo pensáis
perder?
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