Título original: The Warrior
3º La Hermandad de la espada
Autora: Kinley Macgregor
Género: Romántica histórica
Editorial: Manderley/Punto de Lectura
Año publicación: 2009
Cuando la sospecha de que su hermano
Kieran podría estar vivo y no muerto como siempre supuso, Lochlan
MacCallister se jura descubrir la verdad a cualquier precio. La
muerte de Kieran sigue pesando en la conciencia, no sólo de Ewan,
sino también del propio Lochlan quien, como hermano mayor y jefe de
su clan, siempre se culpó por no haber evitado el suicidio del
impetuoso y rebelde Kieran. Mas la aparición de pistas y datos
señalan que, quizá después de todo, la muerte de Kieran no se
produjo realmente y que, por tanto, éste sigue viviendo en algún
lugar.
Determinado a descubrir de una vez por
todas el paradero de Kieran, sus pesquisas le conducen hasta el
caballero Stryder de Blackmoor, de quien se dice estuvo con Kieran
MacCallister en Tierra Santa. Para entrevistarse con él, Lochlan
debe viajar hasta el torneo de Rouen donde éste participa en las
justas. En el camino, Lochlan tropieza con Catarina, la prima gitana
de Nora y su mayor pesadilla.
Desde que se conocieron meses atrás,
una animosidad innegable existe entre ambos, a pesar de que el fondo
se siente en deuda con ella por su ayuda a la hora de salvar la vida
de Ewan. Por ello accede a ayudarla. Algo que, pronto, acaba
lamentando.
Para evitar el matrimonio al que su
padre, el mismísimo rey de Francia, pretende obligarla, Catarina ha
pasado los últimos tiempos huyendo y escondiéndose continuamente.
Como hija bastarda de Philip Capet y de una campesina, se crió entre
ambos mundos: la corte francesa y la humilde vida en la aldea de su
madre.
Con el fin de fortificar su reinado
anexionando nuevas tierras a éste, el monarca desea casarla con un
hombre de su elección, algo a lo que Cat no está dispuesta. Su
respuesta: poner tierra de por medio.
A punto de ser secuestrada por un
grupo de hombres contratados por su propio padre, casualmente es
Lochlan MacCallister el hombre que lo impide. En principio no
reconoce a la joven en apuros. Simplemente interviene, ya que como
caballero que es, no puede permanecer impasible ante una doncella en
peligro; pero al descubrir la identidad de ésta se ve aún más
impelido a ayudarla.
Las dudas lo asaltan al saber quién
es el padre de Cat, pero finalmente acuerdan que la entregará a
Bavel y Viktor, sus tíos, en lugar de al monarca de Francia para que
ellos sean los que carguen con las consecuencias. Considera que tiene
asuntos más urgentes que tratar que vigilar a esa muchacha rebelde
y, en su parecer, demasiado voluntariosa e imprudente, y que además
siempre logra hacerle perder su legendaria sangre fría.
Cat y Lochlan inician juntos un viaje
con destino al torneo de Rouen para que éste pueda averiguar si
Kieran vive o no. Después tiene la intención de devolverla sana y
salva a sus tíos (quienes lo enloquecen tanto o más que Catarina).
El trayecto lejos está de ser
apacible, ya que los hombres de Philip Capet les siguen el rastro con
el afán de secuestrarla y llevarla de regreso a Francia, además de
otros imprevistos que les sorprenden.
Tras muchas vicisitudes, finalmente,
logran llegar al torneo de Rouen donde dan con el mismísimo Stryder
de Blackmoor y con Simon, el amigo de Sin MacCallister, así como
con otros miembros de la Hermandad de la espada.
La llegada al torneo señala un punto
de inflexión en la organizada vida de Lochlan; por un lado está
rozando la respuesta sobre el destino de Kieran; por otro descubre
que, poco a poco, Catarina ha ido calando en su corazón y lejos de
irritarle despierta en él sentimientos muy diferentes. Lo más
increíble es que ésta parece corresponderlos.
Pero las amenazas se ciernen sobre
ellos en la alargada sombra de Philip Capet y en la oscuridad e
interrogantes que rodean la Hermandad de la espada.
Tras una larga espera, en El guerrero,
el tercer libro de la saga La Hermandad de la espada, conocemos la
esperada historia del mayor de los hermanos MacCallister, Lochlan.
Libro muy esperado, al menos por mí, porque por un lado, por fin
podemos saber más de Lochlan y por otro se desvela la gran incógnita
referente a Kieran MacCallister.
A diferencia de sus hermanos, hay algo que caracteriza y define a Lochlan (aparte de ser el único rubio entre ellos): su dedicación absoluta a su clan, aun si eso conlleva su sacrificio.
En anteriores libros, Kinley MacGregor
nos presentó al joven Laird como un hombre excesivamente protector,
austero y severo, que se guiaba sobre todo por los convencionalismos
y que no era nada dado a dejarse llevar por el corazón. Siempre se
ha regido por la cabeza y no por sus sentimientos, a no ser la
lealtad a su gente.
Desde su primer encuentro con
Catarina fue evidente que estábamos ante dos polos totalmente
opuestos, las chispas saltaban reiteradamente en sus disputas. Ésa
era una de las razones que se barajaban para sospechar que ella
podría ser la protagonista de su novela. Algo que en este libro
queda confirmado.
Si bien en El guerrero se nos muestra
el lado más humano y personal de Lochlan que, a diferencia de otros
de sus personajes, no muestra externamente su lado más atormentado,
también nos descubre otras facetas de Cat.
Lochlan se nos desvela como un hombre
que también ha sufrido los sinsabores de ser un MacCallister y,
además, el mayor (ya que a Sin jamás se le concedió su lugar).
Sabemos más de su pasado, sus desengaños y qué le llevó a
convertirse en el hombre extremadamente recto que es. Pero existe
algo que siempre la ha pesado por encima de todas las cosas:
culpabilidad por la muerte de Kieran.
Cat muestra una vertiente mucho más
dulce que en libros anteriores. Si bien no abandona ese aire rebelde
e inconformista, MacGregor nos la muestra como una joven un tanto
desvalida que se ve en la necesidad de protección.
La relación entre Lochlan y Catarina
se desarrolla lentamente. Al principio parece que no se soportan, en
realidad no se soportan, pero poco a poco va aflorando la conciencia
del uno hacia el otro, una atracción que no son capaces de ocultar y
el amor.
Innegablemente encontramos
características tanto de la saga MacCallister como de La Hermandad
de la espada, ya que esta novela las enlaza. La primera parte del
libro gira en torno al viaje hasta el torneo, una vez llegan a éste
la trama recae sobre los misterios que rodean a la Hermandad y la
búsqueda de Kieran.
Si bien durante la mitad de la novela,
la trama a veces es algo lenta, poco a poco gana agilidad e intriga y
asistimos a la base de la futura relación entre los protagonistas. A
partir de que comienzan a desvelarse secretos, el ritmo cambia.
Existen dos secretos importantes: la identidad del misterioso
Escocés de la Hermandad y el destino de Kieran MacCallister.
Sinceramente esperaba una mayor
dedicación a éste, pero una vez leída la novela entiendo el porqué
no es así. Existe una razón.
Se pueden apreciar pinceladas de sus
otras novelas en la manera en que MacGregor resuelve algunas
situaciones y, aunque he notado puntos un tanto flojos en mi opinión,
me ha parecido un buen libro con una bonita historia romántica y un
desenlace impactante y demoledor.
La relación entre los protagonistas y
los secundarios está muy bien perfilada, aunque como es habitual en
esta autora, no sólo podemos apreciar cómo es la vida de
protagonistas anteriores, sino que nos presenta a nuevos con lo que
nuevas historias se perfilan.
Y, sobre todo, las incógnitas que
quedaron en el aire quedan desvelan, al menos en gran parte, porque
tal y como se resuelven se abren nuevos interrogantes en el
horizonte. La gran pregunta tiene respuesta, desde luego, aunque
lógicamente no voy a desvelarla en esta crítica.
Realmente El guerrero me ha mantenido
absorta en la lectura de principio a fin. La relación entre Cat y
Lochlan me ha parecido dulce, romántica, muy leal a la línea de
libros anteriores, con escenas impactantes e intensas, con diálogos
desenfadados y amenos.
Aunque no es una novela histórica que
perdure en la memoria por el aspecto histórico o el reflejo de las
costumbres de la época, sí lo hace por la personalidad de
protagonistas y por las intrigas que brillan en las novelas de esta
escritora.
Kinley MacGregor vuelve a sorprender
en El guerrero lanzando una apuesta increíble que puede dar una
vuelta de tuerca impresionante a esta saga. Sin duda ya lo ha hecho y
estoy ansiosa por conocer los resultados…
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