Título original: Midnight rider
Autora: Kat Martin
Género: Romántica histórica
Editorial: EntreNosotras
Año publicación: 2007
Tras la muerte de su madre, Carly
McConnell se traslada desde un pueblo minero de Pensylvania a
California para vivir en el rancho de su tío.
En esta región, que históricamente
se conocía como El desesperado, muchos californianos fueron
despojados de sus tierras a manos de los terratenientes anglosajones.
Ramón De la Guerra, es uno de esos
españoles cuyas tierras fueron robadas años atrás, y Austin
Fletcher es quien cometió tal injusticia.
Pero Austin Fletcher es también la
única familia viva que le queda a Carly. Éste le proporciona una
educación digna de una dama, para evitar que la hermosa joven sea
rechazada entre la alta y elegante sociedad californiana. Ávido de
escalar socialmente, sus plan es casarla con Vincent Bannister, el
hijo de un poderoso empresario de Chicago. Tal unión sería un paso
de gigante para encumbrarlo en lo más alto de la sociedad.
Sin embargo, la presencia de Ramón De
la Guerra, el joven español cuyas tierras colindan con el Rancho de
los Robles -propiedad de Fletcher- dan al traste con sus planes.
Una atracción mutua e instantánea
surge entre el apuesto español y Carly, pero son demasiados los
obstáculos que se interponen. Ramón no siente el menor interés en
casarse con una “gringa”, aparte del hecho en particular de que
ésa justamente es la sobrina de quien despojó a su padre de sus
tierras y su rancho. Está dispuesto, a cualquier precio, a
recuperarlas. Y siempre se ha jurado que se casará con una mujer con
sangre española.
Carly, deseosa de agradar y satisfacer
los deseos de su tío, no puede permitirse enamorarse de un hombre
como ese Ramón De la Guerra. Es consciente de que Bannister y
Fletcher planean unirlos en matrimonio. Algo que desagrada
profundamente a la joven, pero que no sabe cómo evitar.
En la región son frecuentes los robos
y asaltos. Una banda de bandidos, dirigidos por alguien apodado El
Dragón Español, se dedica a saquear y robar a los terratenientes
como Austin Fletcher.
En medio de un incursión, el hermano
de Ramón, Andreas y el auténtico Dragón, es herido de muerte.
Carly es, a ojos de Ramón, la culpable de ello y, en represalias, es
secuestrada por el español y conducida al refugio de los bandidos.
Allí, todas las acciones emprendidas por éste hacia ella van
dirigirlas a castigarla, humillarla y despreciarla.
Pero a pesar de los odios y
recriminaciones que los separan, una atracción y un vínculo
invisible, contra la que ninguno de los dos es capaz de luchar, nace
entre la pareja durante el tiempo que dura el cautiverio.
Ramón la repudia porque la culpa de
la muerte de su hermano, porque es una “gringa” y la sobrina del
hombre que más odia. Carly le teme y aborrece por el modo despectivo
e incluso cruel como la trata.
Pero, poco a poco, la atracción entre
ellos se hace más y más fuerte, hasta que Ramón comprende que
Carly es inocente de sus odios infundados y que sólo es una víctima
de las circunstancias, por lo que decide devolverla con su tío bajo
la condición de que jamás desvele el paradero de Llano Mirada, el
refugio de los bandidos.
No obstante, poco después las
circunstancias -o el destino- vuelven a unir sus vidas, cuando a
consecuencia de un malentendido, Ramón es obligado al matrimonio con
Carly. Enlace que Carly secretamente desea, pero que hace que Ramón
sólo refuerce su desprecio y odio hacia ella. Los prejuicios y los
secretos del pasado son un obstáculo que parece insalvable para que
la joven logre ablandar el corazón del arrogante Ramón, quien poco
a poco empieza a dudar de sus sentimientos hacia ella… ¿Es posible
amar y odiar al mismo tiempo a una mujer?
El jinete de medianoche es una novela
que aúna elementos propios de las novelas “más clásicas”, como
un protagonista con carácter, duro, hosco e incluso intimidante, un
odio arraigado entre dos familias, y una protagonista tierna,
valiente y dulce.
A grandes rasgos me ha parecido una
novela atractiva que me ha devuelto esos argumentos de autoras que,
como Kat Martin, nos han deleitado muchas veces. No obstante, también
debo reconocer que no me ha parecido la mejor novela de esta autora.
Lejos está de otras que han logrado calar mucho más hondo en mí.
Ramón De la Guerra es, por
excelencia, el típico protagonista de una novela romántica
histórica: arrogante, autoritario, vengativo… pero atractivo y
carismático. Su carácter, a mi parecer, demuestra ser demasiado
cruel en ocasiones, pero es algo que tampoco me sorprende en demasía
en este tipo de novelas. No obstante es innegable que le resta ese
punto de ternura a la lectura.
Carly es la típica protagonista dulce
y valiente que, sin pretenderlo, se ve inmersa en un malentendido
detrás de otro. No importa cuanto trate de evitarlo, siempre logra
todo lo contrario. A ojos de su marido, eso la señala como culpable,
lo que no hace otra cosa que poner trabar y alzar obstáculos entre
ellos.
No obstante el mayor escollo a salvar
entre ambos protagonistas son los arraigados prejuicios y el odio
desmedido que siente Ramón hacia todo lo anglosajón. Una
experiencia en su juventud, y el robo de sus tierras a manos de
Fletcher, lo han hecho aborrecer a los “gringos”, pese a que se
case y se enamore de una de ellos.
A pesar de todos estos hechos -que no
dejan de ser bastante habituales en la novela romántica- no me ha
parecido un mal libro. Aunque hay escenas y situaciones que sacan un
poco de quicio por la tozudez y ceguera de Ramón, es una lectura
amena que no se me ha hecho densa ni pesada. Al contrario, me ha
parecido un libro ágil y fluido de leer.
Pero aunque una novela entretenida,
tampoco ha cumplido con las expectativas que había depositado en
ella, por detalles como los ya comentados o momentos en que el
argumento es bastante previsible.
No obstante también hay toques que
hacen de éste un libro interesante, como que la autora nos traslada
a la California de 1855, a una época en que los anglosajones
despojaban a los descendientes españoles de sus tierras.
Kat Martin crea un protagonista
oscuro, un bandido, una leyenda entre los californianos y los indios
de la región.
Quizá no pase a ser una novela
inolvidable, ya que la relación amor-odio entre Ramón y Carly
resulta a menudo agotadora. Es injustificado y desproporcionado el
comportamiento de Ramón en muchas ocasiones y, pese a todos los
atributos con que la escritora lo caracteriza, no logra acaparar mi
atención por la brusquedad y los prejuicios infundados que esgrime.
Es, en pocas palabras, uno de esos
protagonistas cabezones y arrogantes que no quieren dar su brazo a
torcer. Mientras que Carly es una joven extremadamente dulce y
encantadora que sólo procura agradarlo, pero que a menudo sólo
consigue enfurecerlo sin razón.
En resumen es una novela interesante
por la ambientación, la época histórica que retrata y porque, pese
a lo que pueda parecer por mis palabras previas, hay escenas muy
emotivas entre Ramón y Carly. Hay que reconocer que el bandido
español tiene algunos detalles bonitos, aunque estos no sean
excesivos a lo largo del libro.
Por último sólo señalaría que no
entiendo esa obsesión que tienen las autoras anglosajonas en
deleitarnos a las lectoras con protagonistas españoles que, aunque
arrogantes, fuertes, nobles y el epítome de la masculinidad, acaban
demostrando en un momento u otro del libro sus dotes para el baile
español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios enriquecen este blog. ¡Muchas gracias!