Título original: The Warlord
1º Remmington
Autora: Elizabeth Elliott
Género: Romántica histórica (Medieval)
Editorial: Nefer
Año publicación: 2007
Ambientada en la Inglaterra Medieval,
El señor de la guerra narra uno de los romances con más encanto,
sensualidad y dulzura que he leído hasta la fecha.
Tras regresar
de Las Cruzadas y acceder al título de Baron de Montague, Kenric se
ve obligado por mandato de su Rey a contraer matrimonio con Tess de
Remmington. Tess huyendo de la cautividad que la ha mantenido bajo
las manos de su padrastro durante años busca refugiarse en la
apacible vida de un convento, mas por obligación real debe casarse
con el terrible guerrero al que apodan el Carnicero de Gales, en
honor a las atrocidades que se le asignan.
Kenric es un
guerrero marcado por las armas y el oscuro secreto de su nacimiento.
Su vida ha girado siempre entorno al campo de batalla, lo que le ha
convertido en un hombre surcado por las cicatrices tanto en su cuerpo
como en su alma. Es un hombre rudo, intrépido, temido por todos, que
nunca habría pensado en casarse si no hubiera mediado el propio Rey
de Inglaterra. La propia Tess le teme, especialmente por todas las
leyendas que circulan entorno a su carácter sanguinario, vengativo y
cruel. Pero la convivencia forzada entre ellos a raíz del impuesto
enlace, les otorga una nueva perspectiva al uno del otro. Kenric,
para su temor y espanto, empieza a descubrir una profundidad de
sentimientos hacia ella, que simplemente estaba destinada a ocupar su
cama y engendrar al futuro heredero de Montague, y el nacimiento de
unos sueños cálidos y esperanzadores que desea forjar a su lado.
Tess poco a poco ve derrumbarse ante sus ojos todas y cada una de las
negras historias que rodean a su austero marido, descubriendo bajo
esas capas rudas y crueles a un hombre de gran corazón y profunda
lealtad hacia ella, pese a sus repetidos intentos por huir de él.
Descubre un caballero que hace brotar en ella sentimientos
impensables y prohibidos hacia alguien que es tenido en tan baja
valoración moral a ojos del resto del mundo.
El señor de la
guerra entremezcla a la perfección la ambientación histórica con
una historia de amor inolvidable y realmente preciosa. Pese a todas
las alusiones a la historia de Inglaterra en plena época medieval,
pese a todas las tramas que confluyen y tejen esta novela, a mi
parecer prima sobre todo ello, la relación entre Tess y Kenric. Una
historia intensa, repleta de sensualidad, encanto y hasta diría que
dulzura. A medida que vas leyendo el libro descubres nuevos rasgos de
los protagonistas, de sus personalidades, miedos y esperanzas,
accediendo de este modo a la evolución de sus caracteres que
resaltan por encima de todo el resto de personajes, configurando de
este modo un romance mágico, que te hace soñar y hasta suspirar con
un caballero como Kenric de Montague. Creo que la escritora logra de
una manera magistral que en todo momento mantengas la atención
enfocada en la relación de Kenric y Tess, sin que por ello ignores
el resto de personajes secundarios.
La naturaleza de los vínculos
que se establecen entre los personajes protagonistas del libro es
realmente maravillosa.
Sin obviar que la historia transcurre
en plena época medieval en la que imperan unas normas y unas
costumbres, donde la vida de sus personajes sencillamente sigue los
dictados de un Rey por encima de sus voluntades, donde el papel de la
mujer queda relegado únicamente a ser esposa y madre, sin que además
se valoren demasiado esos roles, nos encontramos con una novela que
transmite una infinidad increíble de sentimientos, sensaciones y
valores de enorme profundidad.
La ambientación histórica de la
historia es uno de los mayores atractivos de este libro. Refleja de
una manera increíblemente sencilla la vida de los hombres y mujeres
de la Edad Media, sin necesidad de centrarse en detalles políticos o
bélicos. A través del día a día de unos personajes increíblemente
bien retratados accedes a una época rodeada de leyendas y costumbres
que en comparación a la época actual son injustas, anticuadas y
faltas de respeto en muchas ocasiones, pero que vivido a través de
personajes como Kenric y Tess es sencillamente una época
apasionante.
Creo que esa es la magia de la novela romántica
histórica acercarte a épocas pasadas viviéndolas a través de los
ojos de sus personajes. El señor de la guerra sin duda logra este
cometido a la perfección. Elizabeth Elliott ha logrado mediante las
palabras y líneas de su libro transportarme a esa época, vivirla a
través de Kenric y Tess de un modo precioso y sutil.
La relación
de amor entre ambos es muy cautivadora, te hace mantenerme en
suspense, suspirando constantemente por conocer su continuación, sin
poder dejar de leer hasta el fin. Pero creo que es el carácter y la
naturaleza de sus protagonistas los que logran este hecho, pese a la
infinidad de aspectos de interés que pueden atraerte como la mención
a Las Cruzadas, el juramento de vasallaje, la lucha entre caballeros,
el papel de la iglesia en la sociedad medieval...creo que temas con
mucho atractivo histórico. Pero que para mi empalidecen al lado de
un historia de amor tan bonita e inolvidable como la de Kenric y
Tess, una historia cuyos protagonistas por todo lo que despiertan en
el lector ocupan un puesto preferente entre mis preferidos, así como
este libro ha ocupado un lugar muy especial en mi estantería.
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