Título original: Loving a lost Lord
1º The Lost Lords
Autora: Mary Jo Putney
Género: Romántica histórica
Editorial: Titania
Año publicación: 2011
Durante
años Mariah ha llevado una vida errante, yendo de aquí para allá,
sin dormir bajo el mismo techo durante mucho tiempo, sin tener la
oportunidad de echar raíces en ningún lugar. Huérfana de madre
desde muy pequeña, fue criada por su padre, un hombre protector pero
un tanto irresponsable, que ha sido incapaz de darle un hogar estable
a su única hija, y por una anciana gitana que fue como su abuela.
Ella le enseñó a leer la fortuna, a creer en premoniciones y en las
señales enviadas por el destino.
Cuando Charles Clarke gana en
una partida de naipes la casa señorial de Hartley, en el noroeste de
Inglaterra, Mariah se encuentra viviendo por primera vez en un
verdadero hogar y un lugar donde echar raíces. Así, se convierte en
la respetable señora de Hartley. La vida parece sonreírle, aunque
no por mucho tiempo.
Charles parte a Londres por asuntos
familiares. Poco después llegan noticias según las que fue asaltado
por unos forajidos, robado y asesinado. Mariah queda destrozada.
George Burke, el anterior dueño de Hartley, reaparece en la
propiedad y no sólo acusa a su padre de haber hecho trampas con las
cartas, sino que, comprensivo y solícito, se apiada de la desvalida
Mariah y le ofrece matrimonio. La solución perfecta para ambos.
Según palabras del propio Burke, claro está.
Para salir del
atolladero, Mariah miente diciéndole que ya está casada, con lo que
no puede casarse de él. El problema está en que sabe que no podrá
engañar a Burke durante demasiado tiempo.
Una noche, oyendo
la voz de la difunta abuela Rose, ruega por la aparición de un
hombre que la rescate. Esa misma voz la incita a acercarse a la
playa. Así lo hace y descubre un cuerpo en el agua, un hombre que
yace inconsciente. Sin saber si está vivo a muerto, Mariah se
adentra en el mar y lo arrastra hasta la arena. Afortunadamente aún
vive, pero está muy débil y herido. Y no sólo eso sino que no
recuerda nada, ni siquiera quién es. La hados sonríen a Mariah,
pues ¿no serán ellos quienes le han enviado a ese atractivo y
misterioso hombre para ser su marido?
Cuando vuelve en sí,
Adam no recuerda quién es ni dónde está. Pero la mujer que está a
su lado y parece un ángel se presenta como su mujer, algo que lo
emociona y enorgullece. También le hace sentir más seguro y menos
desvalido. Según va recobrando fuerzas empieza a actuar con
autonomía y a sentirse atraído por el tipo de vida que le aguarda
en Hartley. Aunque no recuerda a Mariah, su contacto y su cercanía
le provocan sentimientos y sensaciones que si bien no recuerda, se
promete que en el futuro crearán nuevos y maravillosos recuerdos
juntos.
El amor no tarda en nacer entre ambos y Mariah se
encuentra ante la decisión más importante de su vida: confesar la
verdad o no, seguir a su lado o arriesgarse a perderlo.
Pero
cuando pasado y presente se unen, salen a la luz secretos y verdades
vitales para el futuro de la pareja...
Desde que leí Tormenta
de pasiones me convertí en una fiel lectora de Mary Jo Putney. A día
de hoy sigue siendo una de mis escritoras favoritas y Los Ángeles
caídos una de las sagas más queridas para mí. En las redes del
olvido es la novela que da comienzo a una nueva saga histórica, algo
que supuso para mí una gran noticia pues últimamente las novelas
publicadas se alejaban de este género y me apetecía volver a
disfrutar con una de sus tramas históricas.
El inicio de esta
novela y de esta saga -al menos durante parte de la lectura- me
recordó la esencia de Los Ángeles Caídos.
Esta nueva saga The
Lost Lords gira en torno a un grupo de amigos, hijos de nobles, que
por problemas de comportamiento, educación u otras causas fueron
niños conflictivos a los que sus familias enviaron a la academia de
la señorita Agnes Westerfield. Adam fue el primer alumno de la
academia, lo que lo convierte en alguien especial para la directora.
Entre aquellos niños, hoy adultos, se forjó una amistad que ha
sobrevivido al paso de los años, incluso a la muerte de algunos de
ellos.
Centrándonos en la novela en sí y hecha esta pequeña
presentación, debo decir que si bien me ha gustado, no ha llegado al
nivel de Tormenta de pasiones. Voy a intentar explicar el
porqué.
Dividiría la novela en dos partes: una primera que
transcurre en Hartley, donde Mariah y Adam se conocen y enamoran, y
una segunda parte que transcurre en Londres y a la vida que rodea al
duque de Ashton. Lo que significa secretos, amigos, una vida a medio
camino entre Inglaterra y La India... y un intento de asesinato. O
varios, en realidad.
Sinceramente durante gran parte de la
novela, la historia me absorbió. No diré que es superior al resto,
no tanto, pero me gusta mucho el punto de partida de esta nueva saga
histórica. Y además volver a leer algo que, aún lejanamente, me
recordara el espíritu leal y los vínculos de amistad de Los Ángeles
Caídos me emocionó muchísimo. Tanto Mariah como Adam son
personajes marcados por su infancia, algo que hizo que me calaran
hondo. Mariah se crió con su padre, que se ha ganado la vida
apostando y jugando a las cartas, y una vieja gitana que la quiso
como a su nieta. Adam nació entre dos mundos, dos culturas. Aquí,
una vez más, Mary Jo Putney hace gala del cuidado con que ambienta y
se documenta para la historia. La cultura hindú queda muy bien
retratada, así como la ambivalencia que Adam siente antes sus dos
raíces.
Pero la segunda parte aunque debería ganar en
agilidad e intriga, después de todo significa el regreso de Adam a
su vida, y descubrir quien ha tratado de asesinarlo, se me hizo más
lenta que la anterior y en ocasiones no lograba abstraerme en la
lectura a pesar de que la trama da bastantes giros e intentos de
asesinato que se repiten.
A mí me gustó más la primera
parte que la segunda, pues aunque sea un poco fantasiosa, me gustó
la manera en que se conocieron Adam y Mariah y como se enamoran. Es
cierto que hay un engaño por parte de Mariah, pero sin estas
encrucijadas entro lo correcto y lo incorrecto, creo que una historia
pierde algo y dónde está la intriga. Sin embargo cuando se descubre
la identidad de Adam, que es el duque de Ashton, y regresa a Londres
con sus amigos y Mariah, a la que pide que le acompañe, el ritmo de
la historia no me ha atrapado tanto, pero no me ha desagradado. Sin
embargo me da dejado una sensación extraña, me ha parecido un poco
precipitado, todo se resuelve y soluciona pero en el proceso surgen
muchas revelaciones y secretos. Me he quedado con la sensación que
es muy brusco y, en mi opinión, un poco inverosímil. Demasiadas
revelaciones y secretos en pocas páginas para cambiar el curso de la
historia.
Y si bien, como comento la novela me recuerda el
espíritu de Los Ángeles Caídos, éstos siguen gustándome más.
Pero siendo justa, ésta es sólo la primera novela y, tal vez, nos
aguarden muchas sorpresas.
Tengo mucha curiosidad por la
historia de Randall y Julia, protagonistas de la próxima novela y
secundarios en ésta. Creo y confío en que es una saga que puede
gustarme mucho. Quizá éste no sea el mejor, pero yo sigo
esperanzada, pues me gustaron tanto Los Ángeles Caídos que leer
algo de esta misma autora que rescate, mínimamente, la camaradería
y amistad de aquellos personajes, que no quiero perderme la
oportunidad de leerlo. Además, la historia de Randall y Julia, la
segunda novela de la serie, puede ser muy bonita. Y aunque la novela
no me ha gustado tanto como esperaba, sigo confiando en esta autora y
esta saga.
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