Título original: The angel and the Prince
Autora: Laurel O'Donnell
Género: Romántica histórica (medieval)
Editorial: Manderley
Año publicación: 2008
Bryce
Princeton, conocido como el Príncipe de las tinieblas y uno de los
guerreros más temidos en toda Inglaterra, es enviado a Francia con
la misión de capturar y matar al Ángel de la muerte. Lo que no sabe
es que el caballero en cuestión no es un hombre, sino una mujer.
Ryen
De Bouriez fue nombrada caballero del Rey Carlos IV tras demostrar su
ingenio, valor y que era tan capaz de dirigir un ejército como
cualquier hombre. Pero pese a ello sabe que su valía es cuestionada
y puesta en entredicho a menudo por el hecho de ser mujer.
Por
eso, cuando logra capturar y hacer prisionero al mismísimo Príncipe
de las tinieblas, decide entregarlo a su padre en un gesto destinado
a demostrarle que su valía como caballero no tiene nada que envidiar
a la de sus hermanos; algo que hasta la fecha no ha conseguido.
El
odio que separa a ingleses y franceses convierte a Ryen y Bryce en
acérrimos enemigos, destinados a no entenderse y no dejarse vencer
en manos del otro, pero en el fondo, no son más que un hombre y una
mujer frente a frente, entre los que surge algo más que el deseo de
doblegar al enemigo.
Ryen
se siente dividida entre su honor como caballero, que la impulsa a
vencer al Príncipe de las tinieblas, aunque no por ello desea verlo
herido, y el deseo que éste despierta en ella mostrándole que sigue
siendo una mujer. El que se trate de su peor enemigo no parece ser
importante. Él es el único que la ha hecho sentir así. Él único
que puede aplacar lo que siente.
De igual modo, Bryce está determinado a escapar de manos de los
franceses, llevando consigo como rehén al Ángel de la muerte, pero
eso no impide que se sienta atraído por la hermosa guerrera que lo
retiene contra su voluntad ni rendirse a la tentación, a pesar de
que quiera negar sus sentimientos continuamente.
Cuando
logra escapar, situación que llega a poner en peligro la lealtad de
Ryen a su patria, se encuentra en la disyuntiva de llevarla con él o
no, pero el destino toma la decisión por ambos, cuando en Angincourt
Ryen es herida y dada por muerta. Justificando sus acciones como odio
y deseo de venganza, Bryce la lleva a Inglaterra donde la retiene en
el Castillo oscuro, su guarida.
Han
girado las tornas, puesto que ahora el Príncipe de las tinieblas es
el captor y el Ángel de la muerte, la prisionera, pero ni el
enfrentamiento entre Francia e Inglaterra está decidido, ni tampoco
el resultado de la contienda entre ambos guerreros.
Entre
dos tierras es una novela medieval de la autora Laurel O’Donnell,
que refleja una vertiente nueva y diferente de este subgénero.
Habituadas a novelas que nos muestran a aguerridos caballeros y damas
indefensas, necesitadas de protección tanto del protagonista como de
otros antagonistas, en este caso nos encontramos con algo totalmente
diferente: una mujer que puede defenderse por sí misma y empuñar
una espada con la misma habilidad y destreza que un hombre. Una mujer
que no necesita a un hombre para sobrevivir… aunque quizá sí para
sentirse amada.
Ambos
son caballeros y guerreros, están en bandos opuestos, con lo que
están destinados a odiarse y matarse mutuamente.
No
obstante, la atracción que surge entre ambos desde sus primeros
enfrentamientos, es palpable para todo aquél que los rodea y así
como Ryen lo salva en más de una ocasión, Bryce hace lo propio con
la mujer caballero a la que se ha jurado odiar y vengarse por el
dolor que le ha causado.
Sinceramente,
la novela me ha gustado mucho y me ha sorprendido, puesto que al
tratarse de la primera novela que leo de esta autora no tenía
referencias sobre lo que me iba a encontrar. Los enfrentamientos
constantes entre Ryen y Bryce me han mantenido en vilo de principio a
fin, a pesar de la infinidad de malos entendidos, rencillas y el odio
que en todo momento esgrimen (algo que suele resultarme cansino) me
he sentido cautivada por la apasionada relación entre el príncipe
de las tinieblas y el ángel de la muerte, o lo que es lo mismo,
Bryce y Ryen.
El
personaje de Ryen/Ángel de la muerte tiene gran peso en la trama, ya
que al margen de la historia de amor que protagoniza junto a su
enemigo, es su condición de mujer caballero lo que define la
evolución de la novela.
Uno
de los aspectos que más me han llamado la atención es que el hecho
de ser mujer y guerrero no resulta poco creíble. Es innegable que
concebir que la edad media existieran mujeres caballero resulta
difícil de asumir, aunque en la ficción de un libro todo es
posible. Pero a menudo me he encontrado con lecturas en que el
carácter demasiado avanzada para su tiempo de la protagonista me ha
resultado muy difícil, incluso imposible, de aceptar y asumir como
real.
En
cambio Ryen piensa, sienta y actúa como guerrero de principio a fin.
Ahí radica el principal escollo a salvar para conquistar a Bryce. Le
resulta imposible olvidar que es un caballero y dejar que el ser
mujer guíe sus actos.
De
igual modo, a Bryce le resulta complicado pasar por alto que para
conquistar a la mujer no puede olvidar que es guerrero.
En
algunas facetas, Entre dos tierras me ha recordado la esencia que
notas en novelas de autoras clásicas como Shirlee Busbee. Las
similitudes entre ambas son mínimas, cada una tiene su estilo, pero
es ese constante amor y odio entre los protagonistas lo que me ha
hecho evocar aquellas novelas publicadas hace años, en las que
aunque se aman no pueden dejar de odiarse.
Aunque
es una novela con muchas referencias a aspectos bélicos, con
numerosas escenas ambientadas en el campo de batalla, las mazmorras o
la vida de un caballero, es innegable que narra una historia de amor
compleja y difícil de solucionar. Pero la autora lo logra y, en mi
opinión, de modo muy brillante.
Entre
dos tierras es eso, la historia de un hombre y una mujer enfrentados
por el odio y la guerra entre sus países: Inglaterra y Francia. Cada
uno odia al otro, por ser quién es, pero a la vez, por eso mismo,
nace un amor que te mantiene en vilo de principio a fin.
Quizá
lo que menos me ha gustado es la referencia constante a aspectos
bélicos, insisto, puesto que a veces tienen demasiado peso, pero
entiendo que son necesarios para crear el clima que crea la autora.
Y
me ha encantado que enemigos o no, caballero o no, Ryen y Bryce en el
fondo son un hombre y una mujer que buscan amar y ser amados. Sin
más.
Por
último decir que la portada elegida por la editorial Manderley me ha
encantado. Me recuerda a las de los cómics, pero indudablemente es
perfecta, en mi opinión, para reflejar en una imagen el contenido de
Entre dos Tierras. Un libro que me ha sorprendido muy gratamente.
Podrías mandarmelo ami correo por favor no puedo descargarlo y tengo muchas ganas de leerlo chavoycarmen@gmail.com gracias
ResponderEliminar¡Hola Carmen! Es que este blog no es de descargas, no hay novelas por ningún lado. Son nada más que opiniones, comentarios... Los únicos relatos y fragmentos de novelas que encontraras son míos.
ResponderEliminarUn saludo
Mariam