Título: Hijos de otro barro
Novela independiente
Autora: Nieves Hidalgo
Género: Romántica histórica
Editorial: Zeta
Año publicación: 2010
Chester Clayton es hijo de padre
americano y de madre inglesa, pero es un hombre de convicciones
firmes que, en aras de defender a su país del yugo británico, se
une al bando americano. Acusado de asesinato, es hecho prisionero y
acaba como esclavo en una plantación de Virginia que pertenece a los
Rains, tíos de Terry Darnell, la que es la protagonista de Hijos de
otro barro.
Desde el primer encuentro entre Terry y
Chester, ambos ponen las espadas en alto, pues sienten una
animadversión mutua. Para él, Terry es la sobrina mimada de sus
amos; para ella él es un altanero con un pasado turbio del que no
entiende como se enorgullece. Los enfrentamientos entre ellos dan
lugar a escenas, creo que, inolvidables.
Aun siendo un esclavo, Chester no
pierde el orgullo ni se deja doblegar, convirtiéndose pronto en un
hombre a considerar y respetar, aun en su estado de esclavitud. El
orgullo del que se ufana da pie a que, poco a poco, suceda lo
impensable y Terry deje de verlo como un convicto e, incluso, se
enamore de él.
No quiero desvelar demasiada
información sobre la novela pero es en este punto cuando la familia
Rains se ve obligada a huir de las colonias, rumbo a Inglaterra, ya
que sus tierras han sido tomadas por el ejército colonial y ellos
son hechos prisioneros. Finalmente logran huir, gracias a la
intervención de Chester Clayton, que se ha convertido en capitán
del ejército colonial. Diversas situaciones llevan a que Terry no
embarque con su familia y quede en manos del apuesto capitán que
cree que lo traicionó.
Lo primero que me llamó la atención
de esta novela fue la época histórica en que está ambientada y el
que transcurriera en las colonias americanas. Dentro de la novela
histórica es una de las temáticas menos conocidas que más me
gustan, junto al Oeste y la Guerra de Secesión.
Hijos de otro barro no es la primera
novela que leo de Nieves Hidalgo, así que su manera de escribir ya
me es de sobra conocida. Aun así, me ha sorprendido el libro no sólo
por la historia que cuenta, sino como.
Como bien habéis comentado -no voy a
desvelar nada nuevo- la narración consta de dos puntos de vista. Por
un lado, hay un narrador omnisciente que cuenta la historia; por otro
se intercala con una narración en primera persona, en labios de
Sean, amigo del protagonista, con lo que es su visión de los hechos
lo que nos cuenta.
Me ha parecido sumamente original este
hecho pues, incluso narrado en primera persona, nos ofrece una visión
objetiva de la historia de amor de Chester y Terry, así como de las
vivencias que les acontecen porque no es uno de los protagonistas de
la misma.
Creo que ante todo Hijos de otro barro
es una novela histórica, donde los hechos que narra son clave y
determinan la historia de amor. Con esto no quiero decir que no sea
una novela romántica, sino que la trama histórica es vital y marca
el curso de la trama romántica y es la visión de Chester la que nos
reconduce la historia. Es a través de sus ojos -y por defecto de los
de Sean- que somos testigos de esta historia de amor.
Desde que leí Lo que dure la
eternidad, la primera novela que se publicó de esta autora, tuve la
sensación inconfundible de estar ante una novela romántica con un
estilo y sello que me recordaban a autoras como Johanna Lindsey,
Julie Garwood o Kathleen Woodiwiss. Esa sensación se ha afianzado
novela tras novela de las que he leído, pero es algo que me parece
lógico porque exceptuando Lo que dure la eternidad, que fue escrita
hace pocos años, el resto de obras de Nieves Hidalgo son anteriores.
Eso queda patente en Hijos de otro barro, sin embargo, aún viendo
ese rasgo que identifico ya a esta autora, también es evidente que
la novela ha sido reescrita y corregida, pues se ven esbozos de la
pluma más actual. Suena un poco extraño, pero es exactamente lo que
he pensado al leerla: estar ante una novela como las de hace años
pero escrita hoy.
En cuanto a la trama en sí, destacaría
el gran protagonismo de Chester que es, desde mi punto de vista, el
protagonista inconfundible, incluso sobre Terry. Sin embargo, el
plantel de personajes secundarios es bastante amplio y aunque la
novela no es muy extensa, todos tienen cabida y sus apariciones son
oportunas e integradas a la trama. Y, como es habitual, la novela
cuenta con un trasfondo histórico muy cuidado y documentado, tal
como queda de relieve en sus páginas.
Creo que Hijos de otro barro no es sólo
una historia de amor, sino de aventuras, unas aventuras cuyas pautas
quedan marcada por la vida de Chester, primero como esclavo colonial,
más tarde como capitán del ejército. Cuenta una historia amena,
interesante que hace que la atención no decaiga en ningún momento,
pues son tantos los hechos que acontecen, los malos entendidos, el
amor y el odio que se profesan Chester y Terry que una escena da
lugar a otra y ésta a otra más y así hasta que te das cuenta de
estar en la última página.
En mi opinión es una bonita historia
romántica y una estupenda novela de aventuras y amor, original,
entretenida que, como es mi caso, para las amantes de novelas
históricas ambientadas en las colonias americanas, puede ofrecer una
lectura interesantísima y apasionante.
No quiero acabar este comentario sin
hacer una mención especial al personaje de Sean, ya que no sólo
actúa como narrador en parte de la novela, sino que su papel y su
propia historia me han gustado muchísimo, hasta el punto que me
apena no haber podido leer más sobre él.
De todas las novelas que he leído
hasta la fecha de Nieves Hidalgo, no puedo decir que Hijos de otro
barro sea mi preferida porque es Amaneceres cautivos, pero creo que
éste es un libro muy ameno, lleno de aventuras, amor y odio.
Ingredientes que, como digo antes, al menos yo, he encontrado más
frecuentemente en novelas de Lindsey, Garwood o Woodiwiss. Creo que
el suyo es un estilo narrativo muy refrescante que te atrapa de
principio a fin.
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