Título original: Waking the princess
2º Trilogía escocesa
Autora: Susan King
Género: Romántica histórica
Editorial: Titania/Books4pocket
Año publicación: 2010
Durante años Aedan MacBride, el nuevo
señor de Drundennan, ha estado prendado de la mujer de un retrato
que representa a la bella princesa que, según se dice, fue la
protagonista de una leyenda celta y que, víctima de un
encantamiento, cayó dormida para nunca despertar.
Hasta tal
punto le obsesiona esa mujer que, no puede evitar preguntarse si es
posible enamorarse de un cuadro.
Aedan se ha convertido en el
heredero de Drundennan tras la muerte de su hermano mayor, Neill. Sin
embargo la última voluntad de su padre refleja un codicilo según el
cual Drundennan puede pasar a manos de la Corona inglesa, si en sus
tierras es hallado un tesoro o restos históricos, tal como él
sospechaba. Su punto de vista, tan opuesto al más moderno de su
hijo, le llevan a la determinación de añadir ese último codicilo.
Pero cuando se está construyendo una carretera que atraviese
dichas propiedades, el nuevo barón topa con lo que parece vestigios
de un yacimiento antiguo y el miedo le entra en el cuerpo, pues Aedan
ama Drundennan y no desea perderlo a causa de ningún hallazgo
histórico.
El museo envía a una joven anticuaria, experta en
antigüedades, para que examine las ruinas y dictamine si son de
relevancia histórica o no. La sorpresa de Aedan es mayúscula
cuando, frente a frente se encuentra con una joven investigadora que
resulta ser la mujer retratada en el cuadro.
Christina
Blackburn es una joven viuda, cuya vida ha estado siempre vinculada
al arte y las antigüedades pues es hija, hermana y esposa de
pintores. Tras su fallido matrimonio y la muerte de Stephen, su
difunto marido, Christina se transformó en una joven seria y formal,
dejando atrás a la sensual e inocente muchacha que vio sus sueños
truncados. Para ella es incómodo observar el cuadro que dio lugar a
habladurías y especulaciones, a causa del que su reputación quedó
hecha jirones.
Pero más que encarar su pasado para Christina
nada entraña más peligro que Aedan MacBride, y para éste lo es
conocer a esa fascinante mujer que despierta en él el temor a que la
antigua maldición, que recae sobre los señores de Drundrennan se
cumpla. Según dicha maldición si el señor de Drundennan se casa
con su amor verdadero, la desgracia caerá sobre ella.
¿Se
atreverá Aedan a enfrentarse a esa maldición? ¿Hallarán la forma
de romperla?
Como el anterior libro de esta saga, la trilogía
escocesa victoriana, La princesa dormida parte de una antigua leyenda
celta que rodea a los protagonistas de la historia. A la leyenda de
la princesa celta que cayó dormida para no despertar jamás, cuan
Bella durmiente, se suma la maldición que recae sobre los señores
de Drundennan entrelazándose entre sí y con las vidas de nuestra
pareja protagonista.
Hasta hace muy poco no había leído ninguna
de las novelas de esta saga ni de esta autora. Si La heredera domada
me gustó, La princesa dormida no ha sido menos.
Con un trasfondo
mágico que te envuelve desde la primera a la última página,
partiendo de una nueva leyenda celta, la autora teje lo que en mi
opinión es una bonita historia de amor.
Tanto la historia de
amor de Aedan y Christina, como la antigua leyenda entre un druida
celta, el jefe del poderoso clan de los mac Brudei y la princesa
tienen un tinte a cuento de hadas que hacen de ésta una lectura muy
dulce. Las repercusiones de aquella leyenda alcanzan hasta la época
victoriana, cuando se conocen Christina y Aedan, el descendiente de
aquel jefe de clan, ahora nuevo barón de Drundennan y la joven
anticuaria.
La historia de amor nace poco a poco y página a
página ha ido atrapándome pues entrelazada con la trama romántica,
están las leyendas que dan origen a incógnitas y subtramas de la
novela. Descubrir si las ruinas halladas pertenecen o no al mismo
Arturo, si existieron realmente Aedan mac Brudei y Liadan, los
protagonistas de la leyenda celta, y la influencia que todo ello
puede tener sobre Christina y el señor de Drundennan son los
interrogantes en torno a los que gira esta novela que me ha mantenido
en vilo de principio a fin. Tal vez no sea emocionante pero en su
sencillez y encanto, la lectura ha sido sumamente agradable.
Me
gusta mucho la manera de narrar que tiene Susan King, me encanta la
minuciosidad y el mimo con que describe la época histórica en que
transcurre, como entrelaza historia y leyenda hasta tejer un tapiz
mágico cuyos hilos están tan unidos que es difícil diferenciarlos.
Los personajes secundarios que aparecen están muy bien
retratados, desde John, el hermano pintor de Christina, pasando por
Edgar Neaves, a los hombres de la cuadrilla de Aedan, Hector
MacDonald y Angus Gowan, incluso la presencia de Hugh McBride es muy
notable a través de sus poemas y testamento. Y, por supuesto, los
protagonistas de la leyenda celta, Aedan mac Brudei y Liadan.
En
mi opinión La princesa dormida es una novela muy dulce, que narra
una bonita historia de amor y leyendas.
Creo que sin duda el
personaje más interesante es Christina pues en los momentos en que
nos describe cómo era años atrás y cómo es la joven anticuaria,
nos permite ver cuan vulnerable es y cómo su matrimonio con el
temperamental Stephen la ha marcado como mujer, hasta el punto que ha
cambiado su manera de vestir y de comportarse, borrando de un plumazo
su vida pasada y tratando de ocultar su lado más sensual.
Por
otra parte, de Aedan me ha gustado la lucha que mantiene consigo
mismo, entre sus ideales como ingeniero, con lo que desea que el
progreso llegue a Drundennan, y el respeto y devoción por la
tradición y voluntad de su padre. Ese punto tan moderno en un
entorno de tradiciones arraigadas, como sucedió en La heredera
domada, me ha resultado muy interesante.
Con el trasfondo de
leyendas, tesoros artúricos y maldiciones, con una ambientación
mágica y romántica, La princesa dormida me ha parecido una bonita
historia de amor, con un sabor a cuento de hadas y una narrativa que
incita a soñar y creer en mitos y caballeros legendarios.
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