Título original: Billionaires prefer blondes
3º Samantha Jellicoe
Género: Romántica contemporánea
Editorial: Terciopelo
Año publicación: 2009
La
vida de la antigua ladrona de guante blanco, Samantha Jellicoe, ha
dado un vuelco de 180 grados desde que entró en su vida el
multimillonario Rick Addison. O más bien desde que ella irrumpió en
la de él. Nada ha vuelto a ser igual. Ahora, no sólo ha dejado
atrás la emoción y el riesgo ante un nuevo golpe, sino que está
dedicada por completo a su nuevo trabajo -dentro de la legalidad- en
su empresa de seguridad. Después de todo una ex-ladrona es una
experta en sistemas de seguridad, no en vano ha desactivado un buen
número de ellos a lo largo de los años.
Aunque
a veces no puede evitar sentir una pizca de tedio por llevar una vida
tan monótona y rutinaria, y siente la necesidad de poner a prueba
sus reflejos, lo cierto es que la convivencia con Rick está
resultamente muy excitante. Después de cinco meses juntos, y aunque
no se atreve a dar un nombre a sus sentimientos, mucho menos a hablar
del futuro, están cada día más unidos. Así que cuando Rick tiene
que viajar a Estados Unidos para comprar un hotel le propone a Sam
que lo acompañe y le asesore en la compra de unas obras de arte. Y
Sam así lo hace.
Es
en una de estas subastas donde Sam se percata que entre los
asistentes hay alguien a quien juraba que no volvería a ver, alguien
que regresa de entre los muertos: Martin Jellicoe, su padre. Esa
misma noche alguien entra en la mansión de Rick y roba los dos
cuadros que ha comprado en la subasta. Sam no necesita sumar dos y
dos. Sabe de inmediato quién está detrás del robo. No sólo está
furiosa con su padre por haber fingido su muerte y no haber tenido la
deferencia de decírselo, sino que no acude a su encuentro para,
mientras tanto, entrar a robar en la casa de su propia hija. ¡Ya ni
siquiera se respeta el código de honor entre ladrones!
Pero
lo peor de todo es que la policía sospecha de ella y tiene muy
complicado demostrar su inocencia. La situación es aún peor cuando
Martin la chantajea para obligarla a participar en un gran robo que
está preparando: en el MOMA de Nueva York. Si Sam no colabora, tanto
ella como Rick podrían acabar muertos. La ex-ladrona reformada sabe
que no le queda otra alternativa que formar parte del descabellado
plan, pero no está sola pues Rick no está dispuesto a perderla y
también él tiene un plan...
Los
multimillonarios las prefieren rubias es la tercera de las novelas
que componen la serie contemporánea Samantha Jellicoe, de la autora
Suzanne Enoch. Mentiría si dijera que no tenía grandes expectativas
en esta novela. Si bien es cierto que, tal vez, esperaba una novela
con una pizca más de suspense y si bien es cierto que disfruté más
leyendo No bajes la vista (la novela que precede a ésta), me ha
parecido una novela muy entretenida, en la línea de las
anteriores.
No
se puede negar, sobre todo a quienes han leído la serie de J.D. Robb
protagonizada por la teniente Eve Dallas, que es imposible no sentir
que existe cierto paralelismo entre ambas, pero también creo que una
vez que empiezas a leer y entras en esta historia, te olvidas de
ello. Por un lado tenemos al convencional británico y por otro a la
alocada e irresponsable americana. Por separado parecen totalmente
incompatibles pero juntos es otra historia.
En
mi opinión Los multimillonarios las prefieren rubias es un libro
ágil de leer. Es una historia dinámica, donde predominan los
diálogos y donde la situación cambia de capítulo a capítulo por
la presencia y desfile de una serie de personajes variopintos hace
que sean varios los focos de atención. Aunque, por supuesto, el eje
de todo son siempre Sam y Rick. No es que sea muy complicado
dilucidar quién es el misterioso personaje que actúa a la sombra,
pero realmente eso es casi al final. Mientras tanto todo son
conjeturas, divagaciones y planes para salvar el pellejo.
Lo
cierto es que aunque la novela me ha gustado hay algo, que no podría
precisar, que en ocasiones hizo que la lectura no terminara de
llegarme. Algo que sin ir más lejos no me sucedió con No bajes la
vista. Pero como digo la novela me parece amena. No nos cuenta sino
otro capítulo más en las vidas de Samantha Jellicoe y Rick Addison
tras iniciar una vida en común. En esta ocasión amenazados de
muerte e incluso de ser acusados de ladrones. Porque ni siquiera el
siempre formal Rick Addison queda libre de sospecha. Es lo que tiene
relacionarse con una ladrona más o menos reformada.
Me
gusta el carácter de la relación de Rick y Sam. A pesar de que
ambos han cambiado un poco desde que se conocieran, lo cierto es que
en esencia siguen siendo los mismos. De hecho poco a poco podemos ver
cómo ha influido cada uno en el otro.
Pero
hay algo que no ha cambiado y es que Rick sigue preocupado, teme que
la vida sin sobresaltos que Sam tiene a su lado acabe por hacerla
huir y regresar a la que tenía antes. Claro que cuando temía eso no
esperaba verse implicado en el robo de dos Hogarth, unos diamantes y
en el robo al museo de Nueva York.
El
eje de la novela es el robo de los cuadros y el golpe que Martin
Jellicoe está ha preparado junto a sus cómplices. El papel de Sam
es importante pero como la alumna ha superado al maestro las
sorpresas están garantizadas.
Como
digo la novela es ágil de leer, nos va narrando los entresijos del
que puede ser el gran robo del siglo, a la vez que cada uno juega sus
cartas para verse libre de la cárcel. Poco a poco, según avanza la
trama, se nos van presentando los diferentes personajes, qué les une
y vamos indagando, creo que no es difícil sospechar del misterioso
personaje que actúa a la sombra. Pero realmente no es que eso le
reste un ápice de misterio al libro, pues tampoco es una novela en
la que impere la intriga en estado puro.
Con
todo, a pesar de que como comento no me ha gustado tanto como No
bajes la vista, he disfrutado mucho con las aventuras y desventuras
de Sam y Rick y cómo, sin proponérselo, acaban implicados en el
robo al MOMA de Nueva York.
Desde
mi punto de vista el desenlace es muy bueno y deja abierta una puerta
a nuevas aventuras muy interesantes y seguro que plagadas de
emociones. Pero para saber eso habrá que leer la próxima novela.
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