Título: Morning light
9º Kendrick/Coulter/Harrigan
Autora: Catherine Anderson
Género: Romántica contemporánea
Editorial: Signet
Año publicación: 2008
Loni
MacEwan es una psíquica. Tiene el don de tener visiones con sólo
tocar un objeto. Pero es tan fuerte la descarga de emociones y
sensaciones que le transmite que se ha visto obligada a llevar una
vida protegida... y solitaria. De niña tomó clases particulares,
obtuvo su título universitario estudiando on-line y su capacidad
para leer los pensamientos no le ha facilitado especialmente tener
relaciones con hombres. Tanto es así que a sus treinta y un años ha
renunciado al amor... incluso al sexo.
Tiempo
atrás su nombre y su cara estuvieron muy presentes en la televisión
y en los periódicos, ya que durante años colaboró con la policía
en la resolución de algunos casos de personas desaparecidas. El
último, especialmente dramático, la marcó tanto y la expuso hasta
tal punto que la llevó a abandonar su ciudad de nacimiento y mudarse
a Crystal Falls, en Oregon. Allí ha alquilado una bonita casa donde
piensa abrir su negocio de decoración de interiores. Sólo quiere
pasar desapercibida, vivir en el anonimato.
Pero
algo cambia ese aislamiento.
Desde
niña ha soñado con un hombre al que secretamente ha apodado el
cowboy. Al mudarse a su nuevo hogar no sólo tiene una visión de él,
sino que poco después se tropieza con él en el supermercado. Poco
después sucede algo que teme: tiene una nueva visión sobre un niño
desaparecido. Ve un accidente de rafting en el que mueren dos adultos
y el niño y su perro sobreviven pero se pierden. De algún modo, su
don le dice que sólo el hombre que la ha perseguido en sueños
durante su vida -y encontrado en Crystal Falls- puede salvar la vida
de ese niño que es su hijo.
A
pesar de sus miedos y recelos, pues no desea volver a verse expuesta
a nivel mediático, Loni averigua el nombre y la dirección del
cowboy, que resulta ser Clint Harrigan y se pone en contacto con él.
Clint
Harrigan pertenece a una próspera familia de rancheros de la región.
Tanto él
como
su padre y hermanos -incluso su hermana menor- poseen ranchos de
caballos y son personas respetadas y queridas en la comunidad.
Pero
cuando le cuenta su visión, Clint no sólo no la cree sino que la
considera una chiflada y la echa con cajas destempladas de su casa.
Él no tiene ningún hijo. Sin embargo, más tarde a solas, comienza
a pensar y a comprobar los datos que le ha explicado Loni y se
percata que ese niño sí podría ser su hijo. Despertada la duda se
siente incapaz de no actuar, más aún cuando oye en las noticias que
el hijo de una difunto senador Stiles está desaparecido. Ese niño
que según Loni es su hijo y cuya vida depende de él. Así que
haciendo de tripas corazón la busca y le solicita -más bien exige-
su colaboración.
Aunque
Loni no desea volver a inmiscuirse en ningún caso, sabe que es el
único nexo con Trevor, el niño, y accede. Juntos, Clint y Loni, se
adentran en la región que rodea el río, el lugar donde según sus
visiones se encuentran el niño y el perro.
Morning
light forma parte de la saga de la familia Harrigan, protagonizada
por estos hermanos propietarios de ranchos de caballos que, a su vez,
se entrelaza con la de la familia Kerrigan.
Clint es el mayor de los
hermanos Harrigan y a sus treinta y seis años ha perdido la
esperanza de conocer a una mujer con la que desee casarse y formar
una familia. Los Harrigan son una familia tradicional. La vida de
Clint se centra en sus caballos y en el rancho, apenas hace vida
social y menos aún tiene citas con mujeres. Hace tiempo que se
siente hastiado y prefiere quedarse trabajando en el rancho o ante la
televisión. Pero también se siente solo.
A pesar de lo que parece a
primera vista, en el fondo Clint y Loni tienen mucho en común. Ambos
son solitarios, tradicionales y la familia es un pilar en sus vidas.
Desde que se ven por primera vez la atracción nace entre ellos, pero
Loni teme las relaciones porque sus poderes psíquicos son algo que
los hombres no aceptan fácilmente, menos aún cuando puede
adentrarse en sus mentes. Y Clint, directamente, la cree una
charlatana y un fraude.
La realidad es que todas la
mujeres de la familia de Loni son psíquicas. El don ha pasado de
generación en generación, excepto a su hermana.
Pero pasado el recelo y
desconfianza iniciales, a medida que pasan más tiempo juntos
siguiendo el rastro de Trevor, la atracción latente entre ellos es
más difícil de disimular. Así da comienzo una bonita y dulce
historia de amor aderezada con momentos tiernos, cómplices e
inocentes donde no sólo descubren el alcance de sus sentimientos,
sino como cambiará sus vidas.
De hecho en ocasiones he
tenido la sensación de estar ante una pareja de adolescentes más
que de adultos de más de treinta años, pues la vida solitaria que
han llevado y la determinación no tener una relación esporádica
los hacen parecer -al menos a mis ojos- inseguros y inocentes. Casi
como adolescentes que recién descubren la atracción física y
sexual.
Pero a pesar de eso, la novela
tiene el inconfundible encanto que desde mi punto de vista sólo esta
autora logra conseguir. Poco a poco, a medida que se adentran en los
bosques, buscando a Trevor van abriendo sus corazones y poniendo en
manos del otro algo que no suelen dar a la ligera: la confianza.
Sin embargo, el pasado de Loni
como colaboradora de la policía, así como los motivos que la
llevaron a abandonar su vida anterior, su casa y a su familia es algo
que puede interponerse en un futuro junto a Clint Harrigan.
La novela está llena de
escenas cotidianas, más allá de que gran parte de ésta gire en
torno al rescate de Trevor. Y más allá de las habilidades psíquica
de Loni, Morning light es una novela tradicional, donde los valores
familiares, la lealtad y la inocencia son parte fundamental no sólo
de la historia sino del carácter de sus protagonistas.
La realidad es que mientras
leía nunca tuve la sensación de estar ante una novela paranormal,
sino una novela simplemente contemporánea. El don psíquico de Loni
aunque está muy presente, de hecho es el punto de partida de su
relación con Clint y es determinante para el final del libro, pasa a
ser un rasgo más de su manera de ser. Realmente se aborda el tema
de una manera tan natural que es una peculiaridad más.
Aunque no se trate de mi
novela preferida de esta escritora, leer cualquiera de ellas siempre
es un placer y me emociona. Y en esta ocasión sin una trama tan
trágica o agridulce como podamos esperar, creo que Morning light es
una es una historia conmovedora, tierna e inocente a pesar de que sus
protagonistas tienen más de treinta años. Ambientada en la vida en
un rancho de caballos nos presenta a una familia unida y protectora
que, como en otras novelas de la saga, al menos a mí me ha ofrecido
una lectura deliciosa.
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