Título original: Daniel's gift
Autora: Barbara Freethy
Edición digital
Fecha publicación: 2012
Jenny
St. Claire es madre soltera. Tenía apenas dieciocho años cuando
conoció a Luke Sheridan, por aquel entonces un joven estudiante de
medicina de buena familia. Jenny era una chica de clase humilde. Su
carácter, rebelde y aventurero, atrajo a Luke, serio y responsable.
Pasaron juntos un verano alocado en el que vivieron el primer amor
para ambos. Pero, tras el fin de las vacaciones, y tras descubrir
Jenny que estaba embarazada, llegó la despedida.
Luke
tenía el futuro planificado, debía regresar a la universidad y
continuar sus estudios. Jenny era una maravillosa locura, pero no
tenía cabida en su vida, así que le dio dinero para que se
practicara un aborto.
Con
el corazón roto, Jenny comenzó una nueva vida... pero con Danny, su
hijo.
Ahora,
doce años más tarde, la tragedia llama a su puerta. Danny es un
niño inquieto que conoce la historia de sus padres, pues Jenny
nunca le ha mentido al respecto. Pero Danny cree que si Luke, su
padre, le conociera tal vez llegaría a quererlo. Así que, a
escondidas, va a buscarlo. No llega a hablar con él y en el trayecto
de regreso a casa es atropellado. A consecuencia del accidente queda
en coma.
La
tragedia obra el milagro que Danny ha ansiado durante tanto tiempo:
reunir a sus padres.
Pero
Luke está casado con Denise, una mujer de su clase y posición, la
esposa que sus padres escogieron para él, tan diferente a Jenny, a
la que nunca aprobaron. Luke nunca ha deseado tener hijos, pero
ahora, poco antes de descubrir la existencia de Danny, ha descubierto
que, tal vez, sí desea ser padre. A la vez, también, descubre que
su esposa le ha ocultado algo vital.
Cuando
descubre que tiene un hijo que podría morir sin haberlo conocido, su
mundo se tambalea y cambian sus prioridades. Cuando Jenny reaparece
en su vida, el recuerdo impetuoso de su primer amor despierta
sentimientos y sueños que creía muertos.
Luke
se persona en el hospital. Al principio Jenny está reacia a confesar
la verdad, pero al fin la admite. Y el dolor por el estado de Danny
los une y propicia que cada roce o caricia adquiera un nuevo
significado y que aquel amor juvenil e impulsivo renazca mientras se
aferran a un hilo de esperanza por la recuperación de su hijo.
Descubrí
esta novela un poco por casualidad y, sólo con su título, tuve un
presentimiento. Pese a ello, tengo que confesar que, mientras la
leía, hice algo que hacía años que no hacía: hojear las páginas
siguientes para saber de antemano qué iba a acontecer. La razón no
la cuento porque desvelaría el final de la novela. Según vayáis
leyendo mi opinión enteréis por qué. Pero adelantaré que descubrí
hechos que, normalmente, no suelen atraparme en una novela romántica.
En
El regalo de Daniel, sin embargo, he descubierto una historia dulce y
emotiva, rodeada de cierto aire a cuento y a magia que, para mi
sorpresa, me ha emocionado. La razón no es otra que el papel que
juega Danny a lo largo de la novela. Pues, mientras está en coma, su
espíritu trata de acercar a Luke y a Jenny. Con la ayuda de Jacob,
un ángel de la guarda un tanto atípico, que trata que aprenda una
lección, mientras se decide cuál será su futuro: ¿despertará o
no del coma?
Si
no hubiera leído la novela, si alguien me hubiera explicado a
grandes rasgos de qué iba, tal vez, muy probablemente, no me hubiera
animado a leerla. Principalmente a causa de Luke Sheridan, el
protagonista. No sólo está casado, sino que abandonó a Jenny y le
dio dinero para que abortara.
Pero
lo cierto es que, al final, y pese a todo eso que de entrada me
echaba para atrás, la novela me ha atrapado de principio a fin.
Tengo que reconocer que son cosas como éstas las que hacen que una
historia me atrape.
Sin
ser una novela de esas que te provocan mariposillas en el estómago,
de esas que llegas a atesorar y sabes que leerás muchas veces, me ha
parecido bonita. Ciertamente es muy sencilla, previsible incluso (más
si como yo cotilleas qué va a pasar, pero en este caso no lo he
podido remediar) y pese a todas las razones que en otras
circunstancias obrarían para que me desagradara profundamente, no ha
sido así.
Estamos
ante una novela de reencuentros, de segundas oportunidades donde, a
medida que van desarrollándose los acontecimientos, van
intercalándose recuerdos y episodios de aquel lejano verano. Pero,
realmente, la novela da comienzo con el accidente de Danny. Accidente
que, de algún modo, se convierte en el punto de inflexión en la
vida de todos sus seres queridos.
Es
Danny quien une a los diferentes personajes que intervienen en la
novela, no sólo a Jenny y Luke, sino que también afecta al resto de
miembros de su familia: a su tío Matt, un ex-jugador de fútbol
americano retirado con problemas de alcohol, a sus tíos Merrilee y
Richard, en apariencia un matrimonio perfecto, y a sus perfectos y
obedientes primos William y Constance.
A
medio camino entre el mundo real y la realidad alternativa en la que
se encuentra Danny, nos encontramos con una historia un tanto
fantasiosa pero, a la vez, dulce.
Para
mi sorpresa, he pasado un buen rato. Si bien la empecé con cierta
desconfianza, a veces incluso con angustia, a medida que van
aconteciendo los sucesos, me ha ido atrapando la historia de Jenny,
Luke y Danny. También la del resto de miembros de la familia que ven
sus vidas alteradas cuando el accidente de Danny saca a la luz
secretos y mentiras, sentimientos largamente callados.
Reitero
que se trata de una novela sumamente sencilla, diría que fantasiosa,
pero conmovedora y, al menos a mí, me ha hecho evadirme un ratito
entre sus páginas.
* La traducción es español latinoamericano.
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