Título: The secret of seduction
3º Hermanas Holt
Autora: Julie Anne Long
Género: Romántica histórica
Editorial: Warner Books/Warner Forever
Año publicación: 2007
The
Secret to Seduction es la tercera de las novelas que componen la saga
de las Hermanas Holt y que se inicia con Beaty and the spy y continúa
con Seducir a un truhán, que ha sido publicada por Valery. Sabrina
Fairleigh es la tercera de las hermanas e hijas de Richard Lockwood y
Anna Holt, separadas desde la niñez tras la muerte de su padre.
Durante
los dos libros anteriores Susannah y Sylvie descubrieron la verdad
sobre sus orígenes mientras pero Sabrina aún no sabe nada de sus
raíces, tan sólo que fue adoptada por el vicario, un hombre mayor,
y que su madre se llamaba Anna Holt. Una miniatura de ésta es cuanto
posee de ella.
Como
hija de un vicario, Sabrina ha sido criada con una educación moral
muy estricta. Su vida se concentra en ayudar al prójimo, de hecho su
sueño es marcharse a África en una misión. Está enamorado de
Geoffrey Gillbray, ayudante de su padre, el vicario en la iglesia.
Juntos planean embarcarse en esa misión, pero para ello necesitan
una fuerte suma de dinero que no poseen.
Para
lograr reunir tal capital, Geoffrey piensa acudir a su primo Rhys, el
Conde de Rawden, quien logró volver a amasar la fortuna familiar de
los Gillbray después de la mala gestión y muerte de su padre. Rhys
es apodado como El Libertino por la vida disoluta y depravada que
lleva, y por su afición a escribir libros versados en el arte de la
seducción. Con frecuencia se ve inmerso en duelos con los maridos de
mujeres casadas con las que tiene affairs, además de en las
borracheras y escándalos más sonados de la ciudad. Eso junto al
hecho de que su nombre aparece en los periódicos londinenses por su
relación con el juicio que se celebra contra Thaddeus Morley, le
impulsan a viajar a La Montagne , su propiedad del campo para
alejarse del mundanal ruido de la ciudad y de la expectación que su
nombre suscita.
Junto
a Mary Capstaw una vivaracha y extrovertida amiga de Sabrina, ésta
viaja a La Montagne con la intención de encontrarse con Geoffrey y
preparar el terreno para su próxima boda. El hombre aún no ha
manifestado abiertamente su deseo de casarse con ella, tan sólo de
trabajar juntos en esa misión en África, pero Sabrina desea recibir
cuanto antes esa esperada propuesta de matrimonio. Cree que tal vez
si prepara un poco el terreno, de modo que Geoffrey se encuentra
entre ella y su primo, decida por fin lanzarse a hacerle tal
proposición.
Sin
embargo, nada sucede tal como ella tenía planeado.
Apenas
llega a La Montagne es testigo de una airada discusión entre Rhys y
Signora Sophia Licari, su última amante, una cantante de ópera.
Pese a que inicialmente Rhys apenas le presta atención, ya que
Sabrina no se corresponde con el tipo de mujer al que él está
habituado, poco a poco algo cambia.
Rhys
está pasando un largo periodo de simple aburrimiento. Nada le
produce la menor emoción, nada lo alienta a nuevas metas. Está
harto de los duelos, sus diversas amantes, incluida la última, y su
monótona existencia. Ni siquiera encuentra inspiración para
continuar escribiendo sobre el arte de la seducción. Pero, de pronto
algo cambia cuando sus ojos se cruzan con los de la tímida y
recatada Sabrina Fairleigh. Quizá pueda poner a prueba sus teorías,
quizá pueda seducir a la remilgada hija de un vicario.
Su
intención no es deshonrarla -jamás se le pasaría por la cabeza por
lo que eso podría implicar- pero sí demostrarle a esa joven qué es
la seducción. Sin embargo, como suele decirse, el cazador acaba
siendo el cazado.
Sabrina
es una joven sencilla, cuya vida ha girado siempre exclusivamente en
la ayuda al prójimo. No sabe ni remotamente qué es la pasión, pero
poco a poco va cayendo en las manos de Rhys, más que dispuesto a
enseñarle el alcance de ésta. Claro que, en el camino también él
aprenderá algunas cosas, como no subestimar el poder de Sabrina
sobre él.
La
situación se vuelve aún más compleja cuando la pareja es
sorprendida en mitad de una apasionado beso, ante los ojos del mismo
vicario. Lo cual desencadena en algo inevitable: el matrimonio de
ambos. Y aunque inicialmente Rhys se propone que el matrimonio no sea
más que un frío acuerdo entre ambos -él residirá en Londres y
ella en el campo- pronto se percata que la vida de la ciudad ya no
despierta en él las mismas emociones que antaño y, pese a que no
quiera reconocerlo añora la vida campestre y a Sabrina de la que se
está enamorando. Pero cuando está dispuesto a reconocerlo y
confesárselo a ésta algo sucede: la llegada Susannah y Sylvie que
pone al descubierto un secreto que puede separar a Rhys y Sabrina
definitivamente.
The
secret of seduction es una novela amena e interesante que, sin que su
argumento sorprenda en demasía, posee el suficiente atractivo para
hacer de ella una novela entretenida y ágil de leer.
La
evolución de los personajes está muy bien definida y estructurada.
No nos encontramos con personajes que cambian drásticamente ni
actúan caprichosamente. Al contrario, a lo largo de las páginas
somos testigos de la madurez con que evoluciona la relación.
Al
inicio de la novela, Sabrina se nos presenta como una joven insulsa y
anodina, pese a ser una gran belleza. Su extrema prudencia y lasitud
no presagian una protagonista con demasiado carácter. Pero a partir
de su boda con Rhys vemos cómo ésta va creciendo y mostrando nuevas
facetas. Rhys por su parte empieza siendo un mujeriego y un
juerguista sin conciencia. Está hastiado y aburrido con su
superficial vida y el verse obligado a casarse con Sabrina le
confiere la oportunidad de conocer una vida diferente. Su matrimonio
le empuja a adquirir responsabilidades y a preocuparse por alguien,
algo que durante años no ha hecho.
Pese a
que la trama principal se centra en la relación entre Rhys y Sabrina
y cómo ésta va evolucionando, el asesinato de Richard Lockwood, el
padre de las tres hermanas, está siempre a la sombra. Poco a poco
van resolviéndose las últimas lagunas que quedaron pendientes en
los anteriores libros.
El
resto de secundarios están muy bien perfilados: Wyndham al amigo
pintor de Rhys, un personaje divertido y despreocupado cuya presencia
aligera la tensión en muchas oportunidades; Geoffrey el
inescrupuloso primo que siempre ha dado la imagen de ser un hombre
dulce y cándido, poco a poco vemos que no es así; Sophia Licari, la
antigua amante del Conde, pese a sus pocas apariciones, sus escenas
siempre sirven para ver cómo se despierta y afianza el interés de
Rhys hacia Sabrina. Y, por supuesto, las hermanas de Sabrina:
Susannah y Sylvie, así como Kit Whitelaw y Tom Shaughnessy, los
maridos de ambas.
Me ha
gustado mucho la firmeza y claridad con que son retratados los
personajes: muestran una personalidad definida que va desarrollándose
en función de las circunstancias, pero sin resultar poco creíble.
Aunque breves, existen algunas punzadas de humor en las situaciones
en que Rhys trata de seducir a Sabrina. Los juegos de palabras son
muy entretenidos, pero en otras ocasiones su prosa resulta un tanto
repetitiva con expresiones repetidas reiteradamente en pocos
fragmentos.
En
definitiva, The secret of seduction me parece una buena novela que
garantiza una lectura entretenida e interesante.
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