Título original: Spring fancy
Autora: Lavyrle Spencer
Género: Romántica contemporánea
Editorial: American love (ed. español)
Fecha publicación: 1986
* portada original
Apenas
quedan tres meses para que Winnifred Gardner se case, pero antes
asiste como invitada y madrina de honor en la boda de su mejor amiga.
La noche del último ensayo, previa a la ceremonia, conoce a Joseph
Duggan, amigo del novio, y por el que siente una inmediata atracción.
Joseph es muy diferente a Paul, su prometido. Congenian enseguida, y
entre ellos nace una complicidad muy especial.
Con
el paso de los días, Winn comienza a cuestionarse si debe o no
casarse con Paul. Cada día están más distantes, pues Paul está
absorbido por su trabajo y, al mismo tiempo, Joseph está más y más
presente en su cabeza...
Esta
es una de esas novelas que, tal vez, si no estuviera escrita por
Lavyrle Spencer no me hubiera sentido tentada a leer. Lo que se
intuye es que estamos ante un triángulo, donde la fidelidad, el
compromiso y los enamoramientos repentinos son sus vértices. Sin
embargo, es fácil arriesgarse con los libros de esta, para mí,
maravillosa escritora y, con ello, encontrar la recompensa de una
lectura dulce y deliciosa.
No
puede negarse que se aprecia que es una de sus novelas más antiguas.
Además no posee la extensión, en cuanto a número de páginas, ni
profundidad de otras de sus más célebres obras, pero la he cerrado
con una sonrisa en los labios y ese revoloteo de mariposas en el
estómago que no te deja indiferente.
Puede
que no sea muy objetiva, pues con el paso del tiempo me he percatado
que todas las novelas de Lavyrle Spencer me atrapan. Sí, unas más
que otras, pero ninguna me deja indiferente. Al menos hasta la
fecha...
Winn
trabaja como fisioterapeuta en un hospital. Siente debilidad por su
trabajo. A lo largo de los años ha aprendido a encontrar entre punto
intermedio entre mostrar afecto a sus pacientes pero distanciarse lo
suficiente emocionalmente. Es una joven más sensible de lo que,
puede, parezca a primera vista. Está comprometida con Paul desde
hace algunos años, al que conoció a través de su propia madre.
Paul es un hombre serio, que vive por y para su trabajo como
informático, y le ofrece gran estabilidad. Cada vez pasan menos
tiempo juntos a causa del trabajo de él. Cuando conoce a Joseph, un
sencillo restaurador de coches antiguos, honrado y extrovertido,
siente haber encontrado algo que cambia su vida y sus planes de
futuro. Pero ¿y si lo que siente por Joseph no es más que un
capricho pasajero, como suele decirse un capricho de primavera?
Pero
Joseph no lo cree así y trata de que Winn acepte que lo de ellos
podría ser mucho más que eso.
Pese
a abordar temas como la fidelidad o el compromiso que, a veces,
pueden derivar en historias muy angustiosas, Capricho de primavera me
ha parecido una novela dulce y romántica que destila sensibilidad.
Poquito a poco he quedado atrapada en sus páginas y en la historia
que cuenta, en los sentimientos claros y transparentes de Joseph, en
los confusos pero cada vez más arraigados de Winn. Y también en sus
vidas, en el día a día de su trabajo, en la relación con su
familia y amigos.
No
hay demasiados personajes secundarios salvo los hermanos de Joseph,
con los que vive, y nos describe algunas divertidas escenas sobre
tres solteros viviendo juntos, Paul y la madre de Winn. El papel de
la madre de Winn, pese a que no interviene demasiado en la historia,
es muy importante, es clave. Es madre soltera, crió sola a Winn y
eso marcó su carácter y las aspiraciones depositadas en su única
hija.
Pero
es algo que se ve según avanza la historia...
A
causa del trabajo de Winn conocemos algunos de sus pacientes y,
confieso, que no he podido evitar derramar alguna lágrima con la
pequeña Meredith. Se me ha encogido el corazón. ¡Qué bien consigue Lavyrle Spencer que sientas la impotencia y dolor de Winn!
Creo
que estamos ante una bonita y conmovedora novela que te va
conquistando poco a poco. A través de esas escenas que describen la
incipiente atracción entre Joseph y Winn, a través de esas que
muestras cómo nace la amistad entre ellos, comparten confidencias
del trabajo, su amor en común por los coches antiguos, el deporte...
Es
fácil, incluso antes de que la misma Winn no acepte, ver que son
almas afines. Es fácil sentirte atrapada en la red confusa de sus
sentimientos. Y es difícil cerrar el libro y olvidar una preciosa
historia que te hace creer en el amor a primera vista. Porque al
final es lo que nos plantea Capricho de primavera, ¿existe el amor
a primera vista?
Pese
a que Capricho de primavera es una de las novelas antiguas de
Lavyrle Spencer, en mi opinión, ya dejaba entrever de qué material
estarían hechas sus historias y lo que, con el paso de los años,
llegaríamos a leer.
Es
una novela preciosa, sencilla pero compleja por los sentimientos que
describe. Incuestionablemente no es la mejor de sus novelas, pero te
tienta a leer sobre cuestiones que, tal vez, no creías pudieras
disfrutar en una novela romántica.
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