Título original: See Jane score
2º Equipo hockey Chinooks
Autora: Rachel Gibson
Género: Romántica contemporánea
Editorial: B grupo Zeta/Seda
Fecha publicación: Marzo 2004
2º Equipo hockey Chinooks
Autora: Rachel Gibson
Género: Romántica contemporánea
Editorial: B grupo Zeta/Seda
Fecha publicación: Marzo 2004
Jane
Ascott trabaja como periodista escribiendo una columna feminista en
un periódico local. Además escribe para una revista una novela de
tintes pornográficos protagonizada por “Bomboncito de miel”, una
mujer devora-hombres que utiliza al sexo masculino a su antojo hasta
agotarlos sexualmente y dejarlos en estado comatoso. Este personaje
es algo así como su alter ego, ya que Jane es una chica que no
destaca por su físico: es bajita, de cabello negro y ojos verdes.
Por más que su mejor amiga, Caroline, trata de aconsejarla para que
mejore su aspecto, Jane se niega alegando que no busca atraer a los
hombres. Es consciente de que no puede aspirar a convertirse con una
mujer despampanante, simplemente se acepta tal como es.
Una
increíble propuesta de trabajo cambia su vida. El periodista
deportivo del periódico para el que trabaja pasa por una enfermedad
que obliga a los directivos de éste a buscar a alguien que lo
sustituya durante la temporada de hockey. Jane es la elegida, pese a
que no tiene ni la más remota idea de deporte ni de hockey. Su
trabajo consiste en viajar con el equipo de los Chinooks para cubrir
los partidos de la temporada.
Su
primer pensamiento es negarse, pero tras meditar lo que
económicamente le reportaría, acepta. Además que no es para
desdeñar a la ligera la oportunidad de poder pasearse a sus anchas
por un vestuario repleto de hombres desnudos y sudorosos (un
aliciente añadido).
Rápidamente
es evidente para ella que ni los jugadores de los Chinooks ni la
misma directiva la quieren allí. No sólo es que no la reciben con
los brazos abiertos, sino que tratan de hacer su labor lo más
difícil posible, especialmente ese arrogante de Luc Martineau, el
portero del equipo.
Con
treinta y dos años, y tras superar una complicada lesión en las
rodillas, así como una larga rehabilitación para superar su
adicción a los tranquilizantes, Luc es consciente de que se juega
mucho en esa temporada. No sólo llegar a la final de la Stanley Cup,
sino su futuro deportivo. Tiene que probarse a sí mismo y a todos
que aún sigue en activo y que no está acabado como muchos
predijeron.
Ni
siquiera esa entrometida periodista va a lograr desconcentrarlo. O
eso cree.
Al
principio le resulta divertido ver sus torpes intentos de hacerse un
sitio entre los hombres. Es evidente que no tiene ni idea de hockey y
aunque físicamente no es su “tipo”, poco a poco empieza a
sentirse atraído por la joven, pese a su aspecto de solterona
remilgada y sus inquisitivas y absurdas preguntas.
A su
vez Jane es consciente de que su atracción hacia el atractivo
cancerbero de los Chinooks no la va a llevar a ninguna parte. Ella es
una chica sencilla y Luc atrae a las mujeres más espectaculares.
Entonces… ¿por qué de pronto cree apreciar cierto interés de él
hacia ella?
Jane
juega y gana es una de mis novelas preferidas. Por un lado, gracias a
los protagonistas de esta historia que pese a lo opuesto de sus
caracteres y vidas, dan pie a una trama amena e interesante. Por otro
porque está ambientado en el mundo del hockey creando un trasfondo
apasionante cuya emoción no decae en ningún momento.
Jane es
una chica con la que es muy fácil identificarse. Es consciente de
sus limitaciones y de que el chico guapo nunca se fijará en ella,
por eso se ve sorprendida cuando el mismísimo Luc Martineau comienza
a mostrar interés en ella. Sus prejuicios hacia los jugadores y
hacia el mismo Luc van desmoronándose según va tratando con él.
Sobre todo al ver el modo torpe como trata a su hermana adolescente,
algo que enternece el corazón de Jane. Eso, sin dejar de lado que
Luc es un hombre muy atractivo que sabe seducirla pese a su
brusquedad y mordaces palabras.
Luc
está acostumbrado a relacionarse con las mujeres más explosivas. No
busca una relación estable ni duradera. Su única prioridad es su
carrera deportiva y luchar con su equipo por los playoffs de la
Stanley Cup. Sin embargo, conocer a Jane cambia muchas de sus
prioridades.
Esa
joven bajita, introvertida, que siempre viste de negro, comienza a
inquietarlo y amenaza con romper su concentración. De nada sirven
sus intentos por ignorarla o hacerla la vida imposible. Poco a poco
va colándose en su corazón y amenazando con descubrir al verdadero
Luc, a ese parte de él que no muestra a nadie. Además la llegada a
su vida de su hermana adolescente rompe muchos de sus esquemas y le
obliga a replantearse su escala de valores. Podemos decir que su vida
está en pleno proceso de cambio y entre sus problemas familiares y
deportivos, lo que menos necesita es enamorarse. Y mucho menos de esa
alocada de Jane Ascott. Algo que lucha por evitar.
Con
diálogos ágiles e irónicos Rachel Gibson nos introduce en el mundo
de las competiciones deportivas, concretamente del hockey,
presentándonos a jugadores bruscos, rudos y musculosos a la vez que
crea una divertida y emotiva historia romántica.
Creo
que Jane es algo así como una cenicienta moderna. Es una joven en
apariencia anodina que, poco a poco va despertando y mostrando nuevas
facetas de su personalidad. Luc es guapo, impresionante, un hombre
que podría tener a cualquier mujer que quisiera. Pese a que parecen
totalmente incompatibles, rápidamente descubrimos que no es así.
Luc
Martineau es uno de los protagonistas más carismáticos del género
romántico, sin duda. No sólo por su atractivo, carácter y esa
herradura tatuada en su bajo vientre, sino porque el protagonista
deportivo no era muy habitual en el género probablemente hasta la
publicación de esta novela.
Entre
tiras y aflojas, malos entendidos y diálogos chispeantes somos
testigos de cómo se forja la historia de amor de Luc y Jane. Una
historia intensa y apasionada, con toques irónicos y mordaces que
logran atrapar hasta a aquéllas a las que no les atrae el deporte,
creo.
El
componente deportivo está muy presente en toda la trama, ya que es
mientras de juega los diferentes partidos y el equipo viaja que se
toma cuerpo el romance de Jane y Luc.
Sin
duda, esta novela es recomendable a todas las apasionadas del género
contemporáneo y a las que no, ésta es un historia perfecta para
adentrarse en él. Tiene alicientes más que suficientes: unos
protagonistas entre los que saltan chispas, buenas escenas eróticas,
sentimientos encontrados, risas más que garantizadas y … un
protagonista cuya herradura tatuada da mucho de que hablar.
Umm, me has puesto los dientes largos con tu reseña. Lo buscaré y lo leeré, sin duda. Un saludo!
ResponderEliminar¡Holaaaa! Es una novela muy divertida. Sencilla pero refrescante. Espero que te guste. ¡Gracias por seguir mi blog! Un saludo!!
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